Muchas personas sienten miedo a los animales (zoofobia), estar en espacios cerrados (claustrofobia), entre otros. Pero, uno de los miedos más comunes y que muchas veces no se le toma la importancia debida es la agorafobia, la cual consiste en encontrarse en lugares o situaciones donde huir resulte difícil o vergonzoso.
La agorafobia está relacionada al miedo a los lugares o las situaciones que podrían causarte pánico y hacerte sentir atrapado, indefenso o avergonzado, por lo que evitas este tipo de lugares o situaciones.
Por ello, si sientes miedo a los espacios públicos y escenarios abiertos o te desesperas ante la presencia de muchas personas en un centro comercial o una calle concurrida, podría tratarse de un caso de agorafobia, por lo que es importante tratarse, ya que tiene solución.
Carlos Bromley, psiquiatra de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud (Minsa), explicó que las personas con agorafobia pueden sentir ansiedad y desarrollar conductas defensivas.
“Estas personas evitan estar entre la multitud, esperar en una fila o andar en espacios abiertos, como avenidas, estacionamientos, puentes o vehículos de transporte público", señaló el especialista.
Dijo que la agorafobia tiene una incidencia más frecuente en la población adulta entre los 30 a 50 años de edad, y en algunos casos puede ir asociada a la depresión y al abuso del consumo de alcohol y otras drogas.
El experto agregó que quienes padecen de este tipo de trastorno muestran mucho nerviosismo, expresan que les falta el aire para respirar, creen que se van a desmayar o que sufrirán un infarto inminente
Al respecto, el Minsa cuenta con 103 Centros de Salud Mental Comunitarios (CSMC) a nivel nacional donde se brinda servicios especializados de salud mental, terapia de lenguaje, terapia de rehabilitación psicosocial, entre otros.
Estos establecimientos prestan atención especializada ambulatoria a toda la población por ciclos de vida, y desarrollan y actualizan los programas de continuidad de cuidados de la salud mental, recuperación y rehabilitación psicosocial.
Quien acompañe a una persona que padece de agorafobia debe mantener la calma y entender que no hay riesgo de muerte. A continuación, alejar al afectado de los lugares públicos. El temor se superará en pocos minutos.
Aunque son pocos, los casos pueden suceder en cualquier momento. Se recomienda, preventivamente, evitar los cines, supermercados y centros comerciales; usar las escaleras en lugar del ascensor, preferir el transporte público y hacer algo de ejercicio.
Antes de llegar al diagnóstico puede ser necesario tener varias entrevistas con el especialista en psiquiatría y evaluar los síntomas.
Bromley recomendó asistir a la consulta de salud mental de inmediato, pues esta ansiedad mejora con terapia farmacológica y psicoterapia y se controla de manera ambulatoria. Caso contrario puede agravarse y afectar el normal desarrollo de la persona.