Muchas veces pensamos que los dolores de cabeza repentinos se deben al estrés; sin embargo, estos malestares no deben tomarse a la ligera, ya que el organismo podría estar advirtiendo algún problema más serio y del cual se debe estar alerta como un aneurisma cerebral.
Es importante mencionar que, un aneurisma es una protuberancia o globo anormal en la pared de un vaso sanguíneo, la cual puede reventar (romperse), causando una hemorragia interna y que como consecuencia extrema conduce a la muerte.
De acuerdo al neurocirujano Paulo Porte de Melo, explica que esta condición puede ser congénita, es decir, encontrarse allí desde el nacimiento, o causada por la lesión de un vaso sanguíneo.
Generalmente, no causan síntomas, por lo que es posible que no sepas que tienes un aneurisma, incluso si es grande. Sin embargo, existen algunas señales que te estarían advirtiendo que necesitas ayuda médica lo antes posible.
- Dolor de cabeza «trueno» (repentino) acompañado de náuseas y vómitos
- Visión doble o pérdida de la visión
- Dolor en los ojos
- Dolor, dificultad de movimiento o rigidez en el cuello
- Confusión mental
- Somnolencia excesiva
- Debilidad muscular
- Reducción de movimiento en cualquier parte del cuerpo o entumecimiento de las extremidades
Cabe señalar que, existen algunos factores de riesgo que pueden contribuir a debilitar una pared arterial y a aumentar el riesgo de sufrir un aneurisma cerebral o la rotura de un aneurisma.
- Edad avanzada
- Tabaquismo
- Presión arterial alta (hipertensión)
- Abuso de drogas, especialmente el uso de cocaína
- Consumo excesivo de alcohol
Algunos tipos de aneurismas pueden presentarse después de una lesión en la cabeza (aneurisma disecante) o a partir de ciertas infecciones de la sangre (aneurisma micótico).
Ante esta situación, se debe prestar atención debida a las señales del aneurisma cerebral. Por ello, se recomienda visitar al médico cada cierto periodo como medida preventiva y no solo cuando se siente algún malestar.