Los accidentes ocurren en cualquier y los más propensos y frágiles a estas situaciones son los niños, quienes pueden experimentar una situación traumática. Es así que la ayuda psicológica en los pequeños se convierte en un factor clave para tranquilizarlo y superarlo.
Ante ello, la Dra. Liz Rojas Directora Médica de Aniquem, Asociación de Ayuda al Niño Quemado, nos brinda algunas recomendaciones que debemos tener en cuenta para auxiliar a los más pequeños a nivel psicológico.
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Es necesario que la expresión del rostro guarde relación con lo que se dice. Los padres o la persona adulta deben considerar que el niño lo observa en todo momento.
Brindarle mensajes positivos de recuperación como, por ejemplo: “te vas a curar”, “mantén la calma” o “no te preocupes, estarás bien” siempre acompañadas con las debidas explicaciones.
Cuando el niño está recibiendo los primeros auxilios o se encuentra camino al hospital, hay que explicarles y reforzar la idea de que se ha ‘echado agua para que no le duela más’. La importancia de la explicación es porque el niño debe conocer que el agua ayudará a calmar su dolor.
Los niños tienen un alto nivel de percepción y notarán si sus padres están fingiendo o no pueden ocultar el pánico.
Si ocurriera que el pequeño debe quedarse internado, los padres muchas veces no pueden ingresar o quedarse todo el tiempo con ellos, por lo que pueden recurrir a objetos de apego que les sirva de compañía, también pueden darle fotografías de sus papás. La idea es que niño sepa que sus padres están cerca de él en todo momento y que no deben temer.
Es importante señalar que, muy aparte de la ayuda psicológica que le se pueda brindar a los niños para ayudar a superar el problema, se debe acudir a un establecimiento de salud más cercano para tratar la quemadura y evitar futuras complicaciones.