Muchas veces por diferentes cosas que nos puedan pasar en el día podemos perder la paciencia y renegar; sin embargo, lejos de lo que muchas personas piensan, el enojo podría ser muy beneficiosa para la salud.
De acuerdo con un estudio científico realizado por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) enojarse al menos 30 minutos al día como mínimo es bueno para el cerebro. Sin embargo, “cuando dura más de cuatro horas entonces se vuelve patológico y es nocivo para el cerebro”, advirtió Eduardo Calixto González, jefe del Departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría.
¿Cómo ocurre este beneficio? Según señala la investigación, enfurecerse termina siendo beneficioso porque anula la parte más lógica y congruente del órgano e incrementa las funciones cardiovasculares y respiratorias.
Asimismo, en la segunda etapa del enojo se da un incremento de los niveles una hormona relacionada con el estrés, llamada cortisol (hormona relacionada con el estrés) y el cambio de glucosa a nivel plasmático.
Ante ello, el especialista concluye que cuando una persona está molesta por cualquier motivo, es mejor dejar que tengan su momento de furia ya que decir palabras como “cálmate” termina alterando más cuando al darle la razón consigue un alivio mental.
No obstante, es importante mencionar que excederse en el tiempo de enojo y llegar hasta cuatro horas se vuelve patológico e incluso perjudicial. “Aquel que dura más tiempo enojado es porque está actuando o tiene un proceso de aprendizaje y le funciona estar enojado para obtener lo que quiere”, concluyó el médico.