El ejercicio físico se considera una piedra angular en el manejo de la diabetes, junto a dieta y medicación. Sin embargo, muchas veces no es tomado en cuenta ciertos consejos para practicar algún deporte cuando se tiene esta enfermedad.
Por ello, en el siguiente artículo te mencionaremos los tips que deben de seguir las personas que tengan diabetes, señalados por la endocrinóloga y diabetóloga, María Elena Sañudo al portal Salud180. ¡Atenta y toma nota!
Checa niveles de glucosa: antes de practicar ejercicio debes verificar que tu glucosa esté arriba de 130 mg/dl. Si estás por debajo de estas cifras debes comer algo con carbohidratos, como una fruta o una barra de cereal.
Usa ropa y calzado cómodo: de preferencia, que tu vestimenta esté confeccionada con tela dry-fit, especialmente si eres alguien que transpira mucho; procura tener a la mano otra playera, seca, para cambiarla en cuanto termines de ejercitarte. Los zapatos no deben tener costuras internas y que el ajuste en la zona del talón sea firme.
Utiliza lentes y bloqueador solar: al practicar ejercicio al aire libre es indispensable que te protejas del sol. Recuerda vestir de acuerdo al clima: manga larga si es frío y manga corta, o sin estas, si es soleado y caluroso.
Calentamiento y estiramiento: antes y después de practicar ejercicio, realiza una rutina de 10 minutos de calentamiento antes de entrar de lleno a tu entrenamiento o competencia. Al final recuerda hacer una sesión de estiramiento durante 5 a 10 minutos para que tus músculos se recuperen del esfuerzo y no sufras de dolores y calambres.
Hidrátate antes, durante y después del ejercicio: para ello es recomendable beber agua simple, pues las bebidas isotónicas contienen una cantidad de azúcar considerable y debes usarlas con mucho cuidado.
Identificador personal: lleva una placa donde vengan tu nombre, tipo de sangre, tipo de diabetes, el medicamento que usas y un número telefónico donde alguien se pueda comunicar en caso de que te ocurra alguna eventualidad.
Cabe mencionar que, el ejercicio físico es una de las formas de tratamiento de la diabetes, ya que está orientado a controlar la glucemia, el mantenimiento del peso ideal, mejorar la calidad de vida y evitar la aparición de posibles complicaciones. No obstante, es importante que su médico tratante lo recomiende.