La palabra amor engloba un huracán de emociones que se hacen más presentes que nuca en el día de San Valentín, una celebración pensada para todos quienes han encontrado a persona especial. Pero, ¿has pensado qué pasa en tu cerebro cuando te enamoras?
Muchas personas mencionan que cuando se enamoran sienten mariposas en la panza o pajaritos alrededor de la cabeza. Ante estas sensaciones que se siente la ciencia ha dado una explicación.
Los científicos descubrieron que las zonas del cerebro que se activan cuando alguien se enamora hacen que los estímulos que se reciben se intensifiquen, por lo que la persona se siente bien con facilidad ante el más mínimo estímulo y magnificará las interacciones entre los neurotransmisores encargados de generar más placer.
Según un estudio realizado en la Universidad de Concordia, en Canadá, sostienen que, en el cerebro, el amor prácticamente coincide con el área donde reside el deseo sexual. Información también publicada en el portal Infobae.
Consecutivamente, el grupo de científicos llegaron a la conclusión que tanto el amor como el deseo sexual activan áreas del núcleo estriado y de la ínsula. Sin embargo, las neuronas que se estimulan son ligeramente distintas.
La región activada por el amor está implicada en procesos de condicionamiento mediante los cuales a aquellas cosas que nos generan una recompensa se les atribuye un valor, convirtiendo el deseo en amor.
Entonces, en referencia al cerebro cuando se enamora provoca que se libere feniletilamina, un compuesto orgánico que el propio cuerpo fabrica y que estimula al sistema nervioso.
Esta sustancia, según la ciencia, es la responsable del amor y la sobreexcitación. Se produce y se libera en exceso a través de la orina durante la etapa del enamoramiento. Este proceso químico explicaría la euforia, la pérdida del apetito y falta de sueño durante dicha fase emocional.