Uno de los artefactos más usados durante la temporada de verano es el aire acondicionado; sin embargo, este famoso artefacto utilizado en hogares, oficinas colegios para contrarrestar las altas temperaturas podría perjudicar nuestra salud.
El médico otorrinolaringólogo Carlos Francia exhorta a la población que el uso excesivo o inadecuado puede generar o agravar alergias respiratorias. "Hablamos de artefactos que impactan en la calidad del aire que se respira dentro de un ambiente cerrado y que pueden diseminar con facilidad alérgenos, en perjuicio de quien padece o no una alergia respiratoria".
Ante el temor de desarrollar o empeorar una alergia respiratoria al emplear el aire acondicionado en la oficina, casa o automóvil, el especialista brinda algunas recomendaciones para cuidar de tu salud. ¡Atenta y toma nota!
Cambiar ductos y filtros anualmente
Las partículas que se encuentran dentro de los ductos, especialmente el moho y los hongos, proliferan en lugares húmedos. Al encender el aire acondicionado, estos pueden alcanzar a las personas que están en contacto con el sistema de AC y propiciar una alergia respiratoria. Por ende, es aconsejable cambiarlos una vez al año, especialmente al iniciar el verano.
Mantener ventanas cerradas al usarlo
Dentro de una habitación, oficina o vehículo es recomendable evitar que el sistema de AC activado entre en contacto con partículas como polen, caspa, pelo de animales u otros posibles alérgenos, manteniendo cerradas las ventanas. Dentro de un automóvil podemos además apretar el botón de recirculación de aire y evitar fumar o llevar mascotas a bordo.
Recurrir a un tratamiento
Además de tomar medidas sobre el sistema de AC, es muy recomendable que quienes han desarrollado una alergia respiratoria inicien un tratamiento. Una alergia no tratada puede complicarse todavía más con la exposición a al aire acondicionado.
El especialista brindará las indicaciones pertinentes y prescribirá la opción terapéutica que alivie mejor los síntomas según cada paciente.
Usar filtros hepa
Este tipo de filtros son útiles para que los sistemas de AC consigan atrapar más del 99.9% de partículas microscópicas capaces de provocar o agravar una alergia respiratoria como polen, moho, esporas, humo del tabaco, e incluso algunas bacterias.
Esta medida beneficiará a todas las personas expuestas al aire acondicionado, pero especialmente a quienes sufren alergias o asma.
Evitar el uso de alfombras
Aunque su uso puede aportar estéticamente a una oficina o habitación, en combinación con el aire acondicionado representan un riesgo alto para la salud respiratoria. Las alfombras suelen retener gran cantidad de alérgenos que un sistema de aire acondicionado puede hacer recircular en el ambiente. Es recomendable retirarlas temporalmente por lo menos hasta que se suspenda el uso del AC.
Finalizado estas recomendaciones, el experto explica que “si ya se ha desarrollado este problema de salud, es indispensable acudir al médico, quien sabrá prescribir la terapia correcta y, de ser el caso, el mejor antihistamínico disponible según la necesidad de cada paciente”.