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27 Ene 2019 | 8:57 h

Yoga para niños: excelente alternativa para favorecer la concentración

Esta disciplina favorece a niñas y niños en etapa escolar.

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    Por Saira Siclla - Profesora de yoga para niños

    Comenzar la práctica del yoga a temprana edad permite desarrollar el movimiento corporal, la atención efectiva, el autoconocimiento, la concentración y múltiples habilidades. Es una gran herramienta que favorece a niñas y niños en la etapa escolar, pues les ayuda a aprender de manera natural y con libertad, además de permitirles logros muy concretos, como reconocer partes de su cuerpo o afianzar la lateralidad.

    Se puede empezar desde que son muy chiquitos. Incluso existe el yoga mamá-bebé, en el que las madres les hacen hacer movimientos a los pequeños. Pero es desde los 3 o 4 años que los niños pueden practicarlo autónomamente, pues a esa edad ya pueden seguir indicaciones y controlar bien su cuerpo. En esta etapa se trabaja con canciones, coreografías y mucho juego, y el vínculo con ellos es más tierno y lúdico. A partir de los 9 años esas canciones infantiles y juegos ya no les gustan tanto; entonces se empiezan a incorporar, por ejemplo, actividades semejantes a las de la gimnasia. Después de los 12 ya pueden iniciar la práctica del yoga propiamente, por lo menos de un estilo como el ashtanga

    Durante una sesión regular de yoga para niños, empezamos con el mantra sagrado omm y luego cantamos otros mantras sencillos para ellos, acompañados con movimiento. Luego hacemos saludos al sol y otros movimientos y danzas, y promovemos que los niños hagan ajustes y correcciones en pareja, es decir, que se ayuden unos a otros. Terminamos con un savasana, un momento de reposo en el que interactúan y se relajan plácidamente antes de salir. Todo se hace de forma divertida. Mientras juegan o bailan, están trabajando en ciertas posiciones, controlando su respiración y afianzando su concentración.

    Las recomendaciones son muy sencillas: deben acudir con ropa que les permita mover brazos y piernas libremente, no ingerir alimentos una hora antes de la sesión y traer bebida y refrigerio para el final de la clase.