En algún momento de nuestra vida hemos pasado por situaciones complicadas y que con el paso del tiempo aún permanecen en nuestra memoria y que quisiéramos erradicarlo para no sentirnos mal. Pero, esto podría ser posible gracias a un nuevo estudio científico.
Cabe mencionar que la memoria no es un sistema de grabación que recoge de manera fidedigna todo lo que nos ha sucedido en la vida. Como lo han demostrado muchos estudios, es más bien una recreación de lo que hemos vivido, adaptado para servir de la mejor manera posible a nuestra supervivencia.
Por ello, los recuerdos que han marcado nuestra vida quedan fijados en nuestros cerebros, mientras que los que no tienen mucha relevancia, se desvanecen. Ante esta situación, los especialistas que estudian al cerebro destacan que esta forma de recordar ya es utilizada en algunas técnicas de enseñanza, que tratan de introducir en las clases elementos emotivos o sorprendentes que sirvan como enganche alrededor del que puedan fijarse en la memoria materias que normalmente desaparecen sepultadas por la rutina.
Asimismo, un grupo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia y la Universidad McGill (EE.UU.) publicó un artículo en la revista Current Biology en el que muestran que es posible borrar de manera selectiva distintas memorias almacenadas en la misma neurona.
Pero, ¿cómo puede ser esto posible? Los expertos sostienen que lograrlo utilizaron un tipo de babosa marina del género aplysia que tienen grandes y pocas neuronas en las que se puede observar con facilidad la memoria en acción.
El neurocientífico del Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (Universidad de Favaloro, Ineco y Conicet), Pedro Bekinschtein, explicó al portal Infobae sobre el experimento que viene generando toda una controversia.
"Los científicos utilizaron un modelo de memoria que estimulaba un circuito de recuerdos que modificaban el comportamiento de una babosa. A todos nos pasa, que cuando la información se adquiere, se ubica y estabiliza en el circuito de la memoria. Al proceso se lo llama Engrama o Traza de Memoria. Y es la representación neuronal de la experiencia vivida. Esa información se traslada a un circuito neuronal, que es un código que establece y se puede recuperar o recordar más tarde", explicó el científico.
"Cuando los recuerdos están almacenados, y son evocados, están distribuidos o ubicados en un modelo desarmado, que debe rearmarse gracias a un proceso metabólico. Esa es la oportunidad que hallaron los científicos para, mediante un tipo de droga, volver a armar o desarmar ese recuerdo en las neuronas", añadió.
En conclusión, los autores del estudio internacional estimularon dos neuronas sensoriales conectadas a una neurona motora. Una de las neuronas se estimuló para inducir una memoria asociativa y la otra una no asociativa. Midiendo la fuerza de las conexiones vieron que los distintos tipos de memoria asociadas a distintos estímulos se mantenían gracias a dos variantes de una proteína.
Los científicos fueron capaces de borrar un tipo de memoria sin afectar a la otra bloqueando la proteína adecuada. También observaron que era posible borrar recuerdos concretas bloqueando moléculas que sirven para producir esas proteínas o evitan que se desintegren.
El estudio que todavía viene siendo analizado demuestra que se puede borrar la parte dolorosa de un recuerdo sin borrar el recuerdo en sí simplemente aplicando inhibidores de la variante adecuada de la quinasa en las regiones del cerebro adecuadas.
Uno de los puntos positivos de esta investigación sería para tratar síndromes de estrés postraumático y problemas de ansiedad derivados de traumas