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16 Nov 2018 | 15:02 h

¿Cómo proteger la piel de los niños en el verano?

6 tips básicos para el cuidado de la piel y así evitar el efecto dañino de la exposición solar en los más pequeños.

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    Llegaron los días en que el sol empieza a reinar. Por ello debemos saber que, si bien el cuidado de la piel es importante a cualquier edad, esto adquiere mayor relevancia durante la infancia, ya que los niños son más sensibles a los efectos nocivos del sol y de los rayos UV.

    Los niños además poseen una piel muy delgada y su sistema de protección natural aún no está formado, por lo que su barrera cutánea resulta débil.  Además, el sistema de producción de la melanina o pigmentación, la primera barrera con la que se encuentra el sol, se pone en marcha progresivamente durante los primeros años de vida.

    A continuación, el Dr. Javier Jugo Rebaza, pediatra del Centro Pediátrico Sunrise, brinda seis recomendaciones de cómo disfrutar del sol sin afectar la piel de tus niños: 

    1) Debemos saber que, el 80% de la exposición solar que recibimos a lo largo de nuestra vida se produce en los primeros 18 años, y sus efectos se acumulan debido a que la piel tiene memoria solar, lo que puede generar problemas en la edad adulta.

    2) Siempre estamos expuestos a los efectos del sol, aún si el día está nublado. Por eso es muy importante tomar precauciones en cada salida con los pequeños fuera de casa. Es más, los bebés menores de 6 meses no deben ser expuestos directamente al sol.  Además, debido a la gran permeabilidad de su piel está contraindicado el uso de cremas protectoras solares en esta edad, por lo que debemos protegerlos con ropa ligera de algodón y gorros.

    3) Utilizar siempre protectores solares especiales para bebés y/o niños, con un índice de protección igual o mayor a 30, de preferencia resistentes al agua, siendo más recomendables los filtros físicos. Además que, los protectores solares deben aplicarse unos 30 minutos antes de la exposición al sol y volver a aplicarlos cada 2 ó 3 horas y después del baño en playas o piscinas.

    4) Las exposiciones al sol deben ser breves, siempre evitando las horas de sol más intenso, entre las 10 a.m. a 3 p.m., así como también superficies que reflejan la luz. No olvide que el agua, la arena y la nieve reflejan los rayos ultravioletas en más del 80%.

    5) Es necesario protegerlos siempre, no solo cuando estén en la playa o en la piscina. Los rayos solares aparecen desde octubre- noviembre, y los niños pasan mucho tiempo al sol en el patio del colegio haciendo deporte o en los paseos. Por lo tanto, no hace falta estar tomando el sol para que éste le cause daños. Asimismo, el cubrirlos con sombrero y ropas, preferentemente de algodón de trama cerrada.

    6) Educar a los menores y adultos para tomar una actitud preventiva en su actividad al aire libre. Es esencial inculcarles el hábito y ofrecerles un modelo en el que ellos vean que nosotros también nos protegemos. Además, hay que instruirlos y explicarles por qué lo hacemos, incluso el cómo hay que aplicarse la crema, etc.

    Finalmente debemos de recordar que, ante alguna duda o la búsqueda de una mejor instrucción de cuidados, debemos visitar al médico de cabecera para que nos pueda ofrecer la mejor alternativa de protección de acuerdo a la piel del niño; ya sea en base al color, la capacidad de broncearse o quemarse, así como el evaluar alguna condición de salud en especial o tipo de actividad que realiza y dónde lo realiza.