Tras un largo proceso de embarazo, cuando nuestro bebé ya se encuentra en nuestros brazos, lo que buscamos es darle los mejores cuidados; sin embargo, verlo tan pequeñito e indefenso suele provocar cierta inseguridad al momento de atender sus necesidades.
Es importante mencionar que, tras la salida de la pancita de mamá, el bebé ha cambiado por completo el medio en el que hasta entonces ha vivido. Por ello, tras un parto normal, es necesario prestarle una gran atención, y también se sugiere no separarlo de la madre.
Los especialistas mencionan que luego del nacimiento, aparecen las primeras preguntas sobre los que cuidados que se debe de tener. Por ello, aquí te mencionamos todos los consejos para los cuidados de un recién nacido. Toma nota.
Luego del parto, el cordón umbilical queda expuesto, por lo que es importante mantener una limpieza adecuada en la zona. Los expertos recomiendan utilizar alcohol de 70ºC y lavar la zona con agua y jabón.
Se debe tener en cuenta que antes de utilizar cualquier producto en la piel de nuestro de bebé debe ser consultado con un especialista; asimismo, si la zona donde se encuentra el cordón umbilical empieza a oler mal, es necesario llevarlo al pediatra.
Durante los primeros días, es indispensable tener al bebé relativamente abrigado, ya que cuando estuvo dentro del vientre materno se mantenía a una temperatura alta en comparación con el exterior.
Otro consejo referente a la ropa del recién nacido, es que antes de estrenar alguna prenda, debe ser lavada, ya que de esa forma se eliminan posibles residuos de productos químicos que hayan sido utilizados en la fabricación.
También es importante aclarar que durante el proceso se debe utilizar poco detergente y sin suavizante.
De esta manera, evitaremos irritaciones o alergias.
Un recién nacido realiza evacuaciones en repetidas oportunidades durante el día, normalmente aparecen después de cada comida. Por ello, es esencial revisar el pañal de nuestro pequeño constantemente y realizar los respectivos cambios.
Antes de realizar del cambio de pañales, debemos lavarnos las manos con agua y jabón o con una toallita húmeda. La limpieza de las partes del bebé se debe realizar de arriba a abajo, para que las heces no vayan hacia los genitales.
Con una previa consulta a un especialista podemos utilizar algún producto que tenga como fin la hidratación de la piel de nuestro bebé. De esta manera, evitaremos la resequedad después del baño o por la temperatura ambiental.
Otra opción es añadir un poco de aceite corporal al agua de la bañera, aprovechando el momento del baño, también podemos usar gel o jabón oleoso.
Si nuestro bebé tiene un llanto muy enérgico que no cesa, puede tratarse de los habituales cólicos del lactante. Para evitar este angustiante momento, o al menos aminorar, lo debemos cargar sobre el hombro y darle unos golpecitos en la espalda después de cada comida.
Otra forma de prevenir los cólicos es realizar un masaje abdominal suave al recién nacido; sin embargo, es conveniente consultar a un especialista ya que se debe tener todos los cuidados necesarios.
En el mismo contexto, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) un 40% de las defunciones de niños menores de cinco años en todo el mundo, se producen en el primer mes de vida, y la mayoría de estas en la primera semana, ya que no se realizó los cuidados adecuados tras el parto.