La apendicitis es una enfermedad que ataca al órgano del apéndice. Por lo general, el dolor se presenta sorpresivamente y si no es tratado a tiempo, puede poner en riesgo la vida de la persona. Por ello, es importante conocer qué es esta afección y cómo podemos reconocerla.
Al respecto, Carmen del Arco Galán, responsable de la Secretaría Científica de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) y presidenta de SEMES Madrid, señala que la apendicitis puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente en niños por encima de cinco años y en jóvenes. No obstante, indica que también se ha dado en lactantes y ancianos.
“Parece que existe una predisposición familiar y se está investigando la asociación entre la apendicitis y otras patologías del tubo digestivo. Sin embargo, aún no hay nada concreto y fiable al respecto”, aclara.
Los síntomas de la apendicitis “comienzan con una molestia poco clara, difusa, difícil de definir, en la zona media y alta del abdomen. Esto tiene que ver con el desarrollo embrionario del tubo digestivo que empieza siendo eso, un tubo alargado, que después se dobla y repliega siguiendo un eje en la zona central y superior del abdomen. Debido a ese origen, las terminaciones nerviosas que registran el dolor transmiten una información no localizada y poco precisa”, expresa la facultativa.
Después del dolor aparecen náuseas y vómitos. “Este dato es importante pues el dolor en los cuadros que acaban siendo quirúrgicos precede a los vómitos. En cambio, en los cuadros de otro origen, como la gastritis, los vómitos aparecen primero y el dolor después”, recalca.
En el caso de la apendicitis, el dolor cambia de características al cabo de unas horas. Entonces “se localiza en un punto que suele ser la fosa iliaca derecha, un poco por encima de la ingle de ese lado. Ahí ya existe un punto claro de dolor”.
Las fibras nerviosas que registran y transmiten el dolor son diferentes e identifican claramente dónde se encuentra el daño. Así, existe gran molestia en la pared que está encima de la zona afectada. En el llamado punto de Mc Burney, al tocar, presionar levemente y luego soltar, se reactiva el dolor”, describe la especialista en medicina de urgencias.
Sin embargo, la doctora destaca que la apendicitis no siempre se comporta así y, en ocasiones, puede ser difícil de identificar. “Hay apéndices muy largos, de casi 30 centímetros (cuando lo normal es que mida entre seis y nueve) que, además, con sus movimientos pueden colocarse en otro punto del abdomen y confundir al explorador”, advierte.Recuerda acudir a un especialista si presentan algunos de estos síntomas.(Con información de EFE)