Recientes estudios, presentados en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer (AAIC) 2018 en Chicago (EE UU), han develado que el alzheimer y otras enfermedades relacionadas con la demencia, están estrechamente relacionadas con el sistema digestivo, incluido las funciones intestinal y hepática.
De acuerdo a esta investigación, el cambio continuo en la dieta influye en gran medida en la salud del cerebro generando, con el trascurso de los años, un deterioro cognitivo y la posibilidad de desarrollar la demencia.
Cabe señalar, que el microbioma intestinal es un conjunto de microorganismo que viven dentro del tracto digestivo. Y estos estudios explican que cuando alteramos nuestra alimentación, estas bacterias pueden cambiar causando afecciones inflamatorias y autoinmunes.
"Aún en sus comienzos, la investigación en microbioma intestinal es muy emocionante ya que nos puede dar una nueva ventana sobre por qué la dieta y la nutrición son tan importantes para la salud cerebral”, explicó María Carrillo, directora científica de la Asociación de Alzheimer.
Asimismo, apuntó que este reciente trabajo permitirá saber cómo y por qué las “grasas buenas” ayudan a mantener la salud del cerebro. Cabe recalcar, que una dieta balanceada es ideal para mantener un estilo de vida saludable.