La densidad de la espuma y la composición de la goma de la entresuela son determinantes para obtener unas zapatillas cómodas y con buena amortiguación.
Para este 2018, Asics presenta como propuesta de amortiguación receptiva la edición 25° de las Gel Kayano. La capacidad de amortiguación es para muchos corredores la característica más relevante al momento de comprar sus zapatillas de running.
Se trata de una estructura anatómica que recibe, absorbe y mitiga la fuerza de la pisada, principalmente en la mediasuela. Está comprobado que, durante una carrera las fuerzas verticales se multiplican hasta 2,5 veces por el peso del cuerpo.
Por ello, es sumamente importante considerar este factor y el uso que le daremos a las zapatillas antes de elegirlas.
Si bien es cierto, el organismo cuenta con diferentes mecanismos para amortiguar estos impactos, como la capa de grasa en la zona del talón y los movimientos articulares en zonas como las rodillas y tobillos, la industria deportiva cada año viene innovando en tecnologías que facilitan este proceso, entre las que destacan las placas disipadoras de impacto, geles de absorción o espumas EVA.
Para Vanessa Muente, especialista en el tema indica que: “La función principal de la amortiguación es proteger al runner de la dureza de la superficie y absorber el impacto minimizando el riesgo de lesiones”.
Así mismo, la representante sostuvo que existen dos factores determinantes para obtener unas zapatillas con adecuada amortiguación sin sacrificar el confort, se trata de la densidad de la espuma de la entresuela y la composición de la goma de la suela.