Wapas, en esta temporada del año tenemos más de un problema con nuestros ojos. Lamentablemente las piscinas y playas poseen muchas bacterias que se quedan en nuestra piel, siendo el rostro la parte más vulnerable.
Nosotras te queremos presentar tres consejos para que evites las famosas “lágrimas de verano”, que no llega a ser una conjuntivitis, pero si un terrible ardor. Antes de ir a disfrutar del sol deben de verificar que el lugar al que asistirán esté con todas las medidas de seguridad y de higiene.
Lentes de natación
Aunque algunos creen que solo son destinadas para los niños o nadadores profesionales, son de mucha utilidad. Permite aislar los ojos herméticamente. Es importante tener en cuenta que el cloro de las piscinas no solo provoca irritación ocular, también incentiva infecciones que van a provocar el desarrollo de una inflamación de la córnea.
Cuida tus párpados
Las pestañas tienen como misión proteger los ojos de sustancias contaminantes como microorganismos o cosméticos que puedan caer en el interior del ojo. Para evitar este panorama, es necesario limpiar los párpados con un hisopo y una solución jabonosa específica para esta zona. Realizar este procedimiento dos veces a la semana o después de un día de playa o piscina ayudará a que la salud visual sea la más óptima.
No uses lentes de contacto
Muchas personas ingresan a las piscinas o playas con los lentes de contacto puestos para tener una mejor visualización en el agua. Lo ideal es no usarlos porque pueden alterar la superficie ocular, provocando que las defensas contra bacterias no tengan el efecto, propiciando infecciones.