¿A quién no se le ha antojado comer alguna galleta entre horas? Saladas, dulces o con relleno, casi siempre hay alguna que nos gusta pero que tratamos de evitar para que no nos pase la factura en nuestro peso con algunos kilitos extra. ¿Habrá forma de consumirlos sin miedo a engordar? Pues sí, además de que puede también ser beneficiosa para nuestra salud.
No van a ser las galletas que nos venden en las tiendas sino en versiones más nutritivas, pero no por ello menos deliciosas. Aquí algunas alternativas.
1. No más harina blanca
Este ingrediente es común en las galletas corrientes, pero no es nada sano o saludable. Puedes reemplazarlo con harina integral, pues esta aporta más fibras, minerales y vitaminas. Además, te saciarás más rápido que en la versión tradicional.
2. Agrégale fruta
Una opción para aquellos que no suelen consumir fruta con regularidad es añadirlo como ingrediente en tus galletas, te aportarán proteínas y vitaminas además de un delicioso sabor totalmente natural.
3. Chocolate sí, pero negro
Si eres una chocolatera (casi todas lo somos) entonces prueba con el chocolate negro que es el más saludable de todos. Es amargo porque está compuesto por una concentración de 70% de puro cacao, contiene menos azúcar y más antioxidantes y vitaminas.
4. Los toques finales
Si te gusta agregarle toques de canela, jengibre o ajonjolí, pues agrégalo sin miedo porque son súper nutritivos y tienen muchas ventajas positivas para nuestro organismo. Eso sí, la sal debe ser mínima, apenas media cucharadita o sino será excesivo.