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22 Sep 2024 | 17:11 h

Lyle y Erik Menéndez en la actualidad: así lucen lo hermanos tras 28 años en la cárcel

Lyle y Erik Menéndez, condenados en 1996 por el asesinato de sus padres, son protagonistas de la nueva serie documental de Netflix "Monstruos".

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    Lyle y Erik Menéndez protagonizan la nueva serie de Netflix "Monstruos" | Foto: difusión

    Lyle y Erik Menéndez conmocionaron al mundo cuando, en 1989, asesinaron brutalmente a sus padres en su mansión de Beverly Hills. Lo que al principio parecía un caso de robo, pronto reveló una aterradora historia de traición familiar, abuso y ambición.

    Ahora, en septiembre de 2024, Netflix ha lanzado una serie documental que explora en profundidad el infame caso de los hermanos Menéndez, trayendo nueva luz a los hechos que sacudieron Estados Unidos.

    ¿Dónde están y cómo lucen ahora Lyle y Erik Menéndez?

    Tras ser condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 1996, los hermanos Menéndez fueron separados y enviados a prisiones diferentes. Sin embargo, en 2018, se reunieron en la prisión estatal de Richard J. Donovan en San Diego, California, donde actualmente cumplen sus condenas.

    Así lucen en la actualidad Lyle y Erik Menéndez

    A lo largo de los años, ambos se han casado durante su estancia en prisión, y aunque ya no tienen acceso a la fortuna de sus padres debido a su condena, continúan manteniendo contacto con el exterior a través de sus esposas.

    ¿De qué trata "Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez"?

    La serie documental de Netflix, "Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez", detalla los eventos que llevaron al asesinato de José y Kitty Menéndez por parte de sus propios hijos, y cómo el juicio mediático que siguió reveló oscuros secretos familiares.

    Los hermanos alegaron haber sido víctimas de abuso sexual y emocional por parte de su padre, lo que, según ellos, los llevó a cometer el crimen. El juicio se convirtió en un circo mediático, con debates sobre la veracidad de sus afirmaciones y la posibilidad de que el motivo real fuera el deseo de heredar la fortuna de sus padres.