El juicio dividió a la opinión pública sobre la culpabilidad de los hermanos, quienes alegaron haber sido víctimas de graves abusos. Netflix ya les dedicó una serie.
Únete al canal de Whatsapp de WapaEn el 2022, "Monstruo: La historia de Jeffrey Dhamer", dejó a miles impactados por la serie que Netflix emitió donde, en escasos 10 episodios, se recordaba uno de los casos canibalismos más sonados de Estados Unidos.
Ahora, y siguiendo el éxito de estas miniseries, el streaming ha lanzado "El caso de Lyle y Erik Menéndez", inspirada en un caso criminal que conmocionó a Estados Unidos a principios de los 90. En esta nota, te damos detalles de la terrible historia que marcó a una generación.
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En las imágenes, vemos como a primera vista los Menéndez parecían ser parte de una familia perfecta, pero, tras el asesinato, captura y el juicio, se reveló una oscura y perturbadora historia a puertas cerradas.
La sinopsis dice: "Tras el gran éxito de 'Dahmer', vuelve la antología de crímenes reales de la mano de Ryan Murphy e Ian Brennan con 'Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menendez', que nos relata el caso de dos hermanos que fueron arrestados en 1996 por el asesinato de sus padres"
El 20 de agosto de 1989, los hermanos Menéndez dispararon a sangre fría a sus padres, José y María, mientras estaban sentados en la sala de su casa. La violencia del crimen y las circunstancias que rodeaban el caso cautivaron a los medios de comunicación, pero lo que vino después fue aún más impactante.
Durante el juicio, los hermanos alegaron que habían sido víctimas de años de abusos sexuales, físicos y psicológicos por parte de su padre, José, un empresario de éxito y en aquel entonces millonario. Según Lyle y Erik, el asesinato fue un acto de desesperación, producto del abuso y la opresión que habían sufrido.
El caso Menéndez fue uno de los primeros grandes juicios televisados en la historia de Estados Unidos, y dividió a la opinión pública. Mientras algunos simpatizaban con los hermanos, otros los veían como asesinos fríos y calculadores que buscaban heredar la fortuna de la familia. Finalmente, en 1996, ambos fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.