Netflix lanzó el documental de Michelle Obama y diferentes medios a nivel mundial comentan la aceptación del público por la valentía, y secretos revelados por la ex Primera Dama de Estados Unidos.
Pues, la producción dirigida por Nadia Hallgren narra a la perfección las vivencias de la esposa de Barack Obama desde su niñez hasta los años de paso por la Casa Blanca.
El cinta revela detalles desconocidos de su vida personal, así como que fue lo primero que pensó al conocer a Barack Obama, llegando no a tener una buena imagen de él que llegó a cambiar gracias a una llamada.
Entre las historias que contó, él llegó tarde a su primera cita. A su vez, la activista mostró su lado aguerrido tras tener una relación con un hombre que soñaba cambiar su país.
Convertirse en Primera Dama "ha sido el mayor honor de mi vida", manifiesta en Becoming, su libro donde habla sobre la búsqueda de ese delicado equilibrio entre lograr ser ella misma y someterse al constante escutinio popular por haberse convertido en una de las mujeres más populares del mundo. "Cada gesto que haces, cada parpadeo se analiza. Tienes el mundo observando cada movimiento que haces. Tu vida ya no te pertenece", expresa.
ALERTA DE SPOILER. Una de las mayores preocupaciones de Michelle al llegar a la Casa Blanca era la educación en valores de sus hijas Malia, que ahora tiene 21 años, y Sasha, de 18.
Ella no quería que simplemente vivieran en una mansión con personas que las tiendan y tengan privilegios. Desde ese momento, insistió en que sus adolescentes limpien sus propias habitaciones e incluso lavaran su ropa. "Al principio me dijeron que por qué a mí sí me hacían la cama y yo les contesté: 'Soy la Primera Dama y he estudiado una carrera'".Del mismo modo, les dejó a sus hijas que celebraran una fiesta de pijamas con amigos en su última noche en la Casa Blanca, pero tuvo que despertarlas por la mañana diciendo: "¡Despertad, los Trump están llegando!".
Michelle confiesa que tuvo que contener las lágrimas el día que se alejaba del edificio del Capitolio de los Estados Unidos hacia Marine One después de la toma de posesión del presidente Donald Trump, "porque van a decir que estoy llorando por una razón diferente", pero tan pronto estaba a salvo a bordo del Air Force One, en el último vuelo desde Washington, lloró durante más de media hora. Esas lágrimas no eran de pena, sino de liberación: "Fueron por haberme quitado de encima ocho años de estrés por intentar hacerlo todo a la perfección”.
Su libro se vendió a más de 10 millones de copias en menos de cinco meses, lo que convirtió a Becoming en el libro más vendido de 2018. "Una pequeña parte de lo que soy pasó durante esos ocho años. Lo que pasó antes fue mucho más", asegura al dar paso a algunos de los episodios más fascinantes de su vida.