La cuarta temporada de 'La Casa de Papel' sigue provocando jarana en Netflix. Los ocho nuevos episodios que revelan qué ha pasado con Nairobi, Tokio, Palermo, Bogotá, Río, Estocolmo, Denver, Lisboa, Marsella y el Profesor.
Porque, efectivamente, más allá del gran golpe al Banco de España, uno de los principales atractivos de la serie de Álex Pina y Jesús Colmenar son sus protagonistas.
Pero, ¿Qué sería de 'La Casa de Papel' sin sus secundarios? En las dos primeras temporadas, destacaron, por ejemplo, Mercedes y Ariadna, dos de las rehenes que más tiempo permanecieron en la Casa de la Moneda, así como también personajes que posteriormente han aparecido en más temporadas como el caso de Arturito, el insoportable ex de Estocolmo.
¡Alerta de spoiler! Esta cuarta temporada no iba a ser menos y son varios personajes los que destacan. Ahí va un repaso:
En la tercera temporada ya apuntaba maneras, pero ha sido en esta cuarta temporada cuando realmente el asistente de Tamayo y la inspectora Sierra se ha lucido. Tras ver que la detención de Lisboa no se hizo de forma legal, Antoñanzas tiene dudas de su lealtad a los que se supone que son los que defienden el orden.
Por eso, cuando el Profesor y Marsella le proponen que les ayude, tras una conversación un tanto complicada (con amenaza falsa de bomba y un fajo de billetes incluidos), finalmente decide convertirse en el topo de la banda. Su baño en la piscina presuntamente borracho y a las tantas de la mañana con sus dos nuevos "amigos" es uno de los momentos más memorables de la nueva temporada.
Cuando el Profesor piensa que casi está perdido, llega la caballería. Sin duda, siempre ha sido muy inteligente el tener a la opinión pública a su favor, prueba de ello es la ayuda de Benjamín, jefe de una minería en Asturias que trae consigo a un grupo de mineros dispuesto a ayudar a Sergio y al resto de la banda.
Que el Profesor haya hecho que conectase con sus propósitos la clase obrera es, sin duda, uno de los elementos que hace que sus golpes contra el sistema hayan funcionado a lo largo de las diferentes temporadas de la ficción. Benjamín le ofrece ayuda leal y multidisciplinar, llegándose a hacerse pasar por juez de la Audiencia Nacional para ayudar a rescatar a Lisboa.
Si hay un personaje secundario entre los rehenes anónimos que ha ido ganando protagonismo, ese es Miguel. El becario informático del Banco de España, enamorado de Amanda, la secretaria. En esta temporada puede verse su valentía para proteger tanto a su amada como al resto de rehenes, especialmente cuando Arturito saque su verdadera personalidad a la luz y sea desenmascarado por Manila, la nueva integrante de la banda de esta temporada.
Lo que inicialmente parecía un jovencito tímido y asustadizo ha demostrado ser un hombre valiente, capaz de ayudar a quien considera bueno, incluyendo a varios miembros de la banda.
Antigua auxiliar de enfermería y comadrona, en esta temporada sacará a relucir sus dotes para la enfermería al ser la mujer que asiste a Nairobi tras su operación, en la que Tokio y el resto de la banda le logran salvar la vida.
Ya en la tercera temporada demostró que era una mujer que daría juego, desde que hablase con Tokio y esta decidiese que, debido a su edad, no cargase peso.
La secretaria, finalmente, juega un papel fundamental para desenmascarar a Arturito. El antiguo director de la Casa de la Moneda abusa sexualmente de ella, tras haberla drogado. En los últimos episodios le denuncia públicamente, junto con Manila, con la que Arturo quiso hacer lo mismo. Gracias a sus palabras, el personaje interpretado por Belén Cuesta le pegó un tiro en la pierna, mostrando al resto de los rehenes la clase de tipejo que es.
(Con información de Europa Press)