Esta modalidad de estafa, conocida como el “fraude del sí”, está cobrando fuerza en América Latina. En numerosos casos, las personas afectadas no se dan cuenta del engaño.
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Los fraudes telefónicos en Perú están evolucionando rápidamente y adoptando métodos cada vez más difíciles de detectar. Actualmente, los estafadores no solo buscan obtener información como números de tarjeta o contraseñas bancarias. Ahora están detrás de algo aparentemente más simple pero igualmente valioso: tu voz. Una grabación donde digas palabras como “sí” o “hola” puede ser utilizada para autorizar movimientos bancarios, activar servicios sin tu consentimiento o validar contratos falsos.
Esta modalidad ha sido denominada el “fraude del sí” y está ganando presencia en América Latina. En muchos casos, las personas afectadas no descubren el engaño hasta que ya es demasiado tarde. Por ello, tanto autoridades como expertos en ciberseguridad aconsejan prestar atención a llamadas sospechosas y evitar responder con expresiones que puedan ser manipuladas.
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El engaño comienza con una llamada proveniente de un número desconocido. Quien llama —ya sea una persona o una grabación— se presenta como trabajador de un banco, empresa de telecomunicaciones, servicio de reparto o incluso de una entidad pública. El objetivo es lograr que quien responde diga frases de confirmación, en especial, “sí”.
Los estafadores utilizan esas grabaciones de voz para hacerse pasar por la víctima y así realizar transacciones, validar cobros, contratar servicios o interactuar con sistemas automatizados. En ciertas ocasiones, ni siquiera necesitan recolectar datos personales. Basta con una grabación clara para operar en nombre de la víctima.
Según especialistas en seguridad digital, estas son las expresiones más riesgosas si se pronuncian durante llamadas no verificadas:
“Sí”: Es la palabra que más buscan los estafadores. Les permite simular una autorización verbal para realizar cargos, compras o firmar contratos.
“Hola”: Aunque parece inofensiva, ayuda a confirmar que el número está activo y que hay una persona real detrás. También puede ser manipulada para crear una conversación falsa.
“Aló”: A pesar de ser común en llamadas telefónicas, en algunos sistemas activa respuestas automáticas o redirecciones que facilitan el fraude.
La forma más segura de protegerte es evitar afirmaciones que puedan ser grabadas y reutilizadas. En vez de responder con frases automáticas, usa preguntas que obliguen al interlocutor a identificarse: