El periodista desapareció tras reunirse con un joven que conoció en una app. Días después, sus restos fueron hallados calcinados en una maleta, desatando conmoción nacional.
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José Yactayo, periodista y realizador con más de tres décadas en la televisión, era conocido como ‘Pepe’ entre sus colegas y amigos. Reconocido por su ética y talento, su trágico final sacudió al país. “Era un comunicador de raza, maestro, con la ética más alta”, lo recordó Mávila Huertas tras confirmarse su asesinato.
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El 25 de febrero de 2017, alrededor de las 5 de la tarde, las cámaras de seguridad captaron a José descendiendo de un vehículo y caminando rumbo a su casa en San Luis. Después de ese momento, no volvió a ser visto. Aunque no se registró su salida, se presume que abandonó su vivienda entre las 6 y 7 de la noche.
La investigación reveló que Yactayo había concertado un encuentro con Wilfredo Zamora Carrión, un joven de 27 años con quien se comunicaba por una aplicación de citas. Se reunieron en el departamento de Zamora, en Breña. Esa noche sería la última de José.
Según la confesión de Wilfredo, ambos mantuvieron relaciones íntimas y, durante la madrugada, ocurrieron los hechos que terminaron en tragedia. A partir del 26 de febrero, Yactayo no respondió a ningún mensaje. Amigos y familiares comenzaron a preocuparse, especialmente por las respuestas extrañas que recibían desde su celular. Los textos eran cortantes, con faltas ortográficas y fuera de su estilo habitual.
Dos días después de su desaparición, un agricultor reportó un descubrimiento escalofriante: un torso humano abandonado en una zona rural. No tenía cabeza ni extremidades. Cuatro días más tarde, las autoridades confirmaron lo peor: se trataba de José Yactayo.
El cuerpo había sido descartado por partes en distintos puntos de Lima. Una parte en Caquetá, otra en el Cercado. La cabeza fue arrojada al río Rímac. Los restos fueron quemados dentro de una maleta.
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Wilfredo Zamora confesó el crimen durante la reconstrucción de los hechos. Aseguró que le dio un sedante a Yactayo, pero negó haberlo asesinado intencionalmente. “Fue un accidente, solo fueron unas gotas de Rivotril... luego tuvimos relaciones y falleció”, dijo a los investigadores.
Su relato no convenció. Las pruebas apuntaban a un crimen premeditado. El joven intentó fingir que Yactayo seguía vivo al responder mensajes en su nombre y continuar conversaciones por redes.
Tras un proceso judicial que duró más de un año, Wilfredo Zamora Carrión fue condenado en 2018 a 18 años de prisión por el asesinato y desmembramiento del periodista. Aunque la sentencia trajo algo de justicia, la brutalidad del crimen dejó una herida abierta en el periodismo peruano y una pregunta que aún flota: ¿por qué?