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05 Dic 2021 | 14:15 h

Madres peruanas crean cuentos infantiles para fortalecer el vínculo entre padres e hijos

“Siembra historias y cosecha amor", es el nombre de la colección de cuentos infantiles creados por madres de Pachacútec y Jicamarca.

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    “Siembra historias y cosecha amor”, es el nombre de la colección de cuentos realizadas por estas esforzadas madres de Jicamarca Pachacútec. | Foto: Fundación Baltazar y Nicolás. | WAPA

    “Siembra historias y cosecha amor” es el nombre que recibe la colección de 5 cuentos infantiles escritos por madres de Pachacútec y Jicamarca, con el propósito de promover el vínculo entre padres e hijos a través de la lectura durante los primeros años de vida.

    Este importante proyecto forma parte del Programa Comunitario CIB de la Fundación Baltazar y Nicolás, cuyo objetivo es apoyar el desarrollo integral de familias en zonas vulnerables, especialmente el acompañamiento durante la primera infancia.

    Las historias plasmadas fueron propuestas por las propias madres, quienes a su vez motivaron que sus pequeños también desarrollen su creatividad e imaginación. Con sus cuentos, Duley, Flor, Marleni, Lucía y Catherin buscan fomentar la interacción de los padres con sus niños, de manera que se cree una atmósfera adecuada para el entendimiento sobre las medidas sanitarias adoptadas a raíz de la pandemia.

    De acuerdo con Fiorella Calderón, jefa del Programa Comunitario CIB, entablar una relación cercana  entre padres de familia e hijos ayudará en el desarrollo emocional de los niños. “Creamos esta iniciativa porque vimos la gran importancia que es el vínculo familiar madre-hijo. A través de esta actividad motivadora, los niños podrán disfrutar un momento familiar, desarrollarán habilidades de pensamiento, mejorarán su vocabulario  y tendrán confianza en sí mismos”.

    La primera colección de 5 cuentos “Siembra historias y cosecha amor” se puede adquirir a través de la web www.fundacionbaltazarynicolas.org. Los fondos que se recauden permitirán ampliar el acompañamiento a más de 500 familias de zonas vulnerables, especialmente aquellas que cuenten con una madre gestante o con niños hasta los 3 años de edad.

    Con ello, las familias podrán acceder a herramientas que permitan un desarrollo emocional saludable de sus hijos, indispensable para la prevención de violencia y tendrán soporte para mejorar la sensibilidad parental. Además, se les hará seguimiento para que cumplan con prácticas saludables de alimentación y nutrición, de manera que se reduzca la desnutrición y anemia en los pequeños.