La relación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo se mantiene igual pese a que el Consejo de Ministros, liderado por Guido Bellido, recibió la investidura del Congreso, con 73 votos a favor y 50 en contra, el pasado viernes 27 de agosto.
Al cierre de esta nota, se conoció que el ministro de Trabajo, Iber Maraví, puso su cargo a disposición luego de que varios de los legisladores, incluyendo la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, pidieran su salida del gabinete tras revelarse nuevos vínculos con sectores terroristas.
“Es insostenible la permanencia del ministro Iber Maraví en el gabinete. Las nuevas revelaciones de vínculos con el terrorismo exigen una decisión inmediata. El gobierno debe remover al ministro de Trabajo si él mismo no renuncia”, escribió Alva en su Twitter.
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No son pocos los ministros cuestionados en el Gabinete Bellido, pues otro que permanece en la mira de las bancadas de oposición es Juan Carrasco.
El exfiscal y ahora encargado del Ministerio del Interior sería llamado al Pleno, próximamente, tras la moción que presentó la legisladora Patricia Chirinos (Avanza País) para invitarlo a fin de que informe sobre una presunta intervención de agentes de la Policía en la sede de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote), a pesar de que este hecho ya fue aclarado por diversas vías.
Carrasco, por su lado, ya aseguró que nunca hubo ni habrá ninguna intervención de su parte con la Dircote, que investiga a Guido Bellido, al congresista Guillermo Bermejo y al secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón.
“Nunca he interferido ni obstaculizado ninguna investigación durante mi época de fiscal, y no lo haré desde mi despacho como ministro del Interior. Tengan por seguro que la investigación se llevará dentro de lo legal, dentro de lo normal y lo correcto”, declaró en una entrevista para La República.
Otro de los cuestionados es Walter Ayala, de Defensa, quien fue cesado de la Policía tras una medida disciplinaria en 1997, cuando fue descubierto que gestionaba una libreta electoral para Freddie Usquiano Núñez, requisitoriado que logró escapar de la Justicia.
Ayala insistió en su inocencia y presentó un recurso de apelación, incluida una solicitud de reincorporación, así como el reconocimiento de sus ingresos no abonados; no obstante, el 30 de julio de 1998, sus exigencias fueron desestimadas.
“No soy responsable de ninguna fuga. Freddie Usquiano nunca estuvo bajo mi custodia”, se defendió Ayala en este mismo diario.
Para el experto en políticas públicas Alonso Cárdenas, Guido Bellido tendría que realizar cambios en los ministerios donde hay titulares con antecedentes “muy cuestionables”.
Según su análisis, el Ejecutivo se viene manejando con un nivel “poco prolijo y profesional”, pues, a pesar de haber recibido el voto de confianza, el Parlamento persistiría en las interpelaciones y posterior censura a su gabinete, en caso se decida mantenerlos en el cargo.
“Independientemente que se le dé o no la confianza, se va a seguir deteriorando la imagen del Gobierno. La idea es poner a gente con mucho mayor experiencia en el Estado, con una hoja de vida muy buena, sin ningún tipo de cuestionamientos de índole moral”, declaró a esta redacción.
El politólogo sostuvo que otro de los ministros que debería ser sustituido es Juan Silva Villegas, de Transportes y Comunicaciones, quien fue denunciado por violencia familiar por su expareja el 28 de marzo del 2011, de acuerdo con un reportaje de Cuarto poder.
También se conoció que Villegas tendría a su cargo la empresa de transporte interprovincial COTRAP-APOIP, creada en el 2019 y multada por prestar servicios de manera informal. Además, según el portal del SAT, el titular del MTC cuenta con dos infracciones de tránsito consideradas “graves”.
“Tendría que haber cambios en el Ministerio de Transportes, ya que es el ministerio que más dinero maneja. El ahora ministro (Juan Silva) nunca ha trabajado en el Estado y dirige una cartera que tiene el 50% de presupuesto del Poder Ejecutivo. Esto es el monumento de la improvisación”, exclamó.
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En una visión más técnica, Vlado Castañeda, exsecretario de coordinación en la PCM, explicó a este medio que este “no es un gabinete ni técnico ni político, sino un gabinete que va a tener un necesario aprendizaje”.
En esa misma línea, señaló que lo más importante es que cada ministro “proponga una buena interacción de las medidas que necesiten para el abordaje de los problemas públicos de cada una de sus carteras ministeriales”.
Sin embargo, mencionó que en caso haya ministros que demuestren que “no tienen ningún análisis de la realidad y de la característica de lo que se necesita atender”, el presidente Pedro Castillo tendría que “meditar al respecto y cubrir esas brechas”.
“Es importante que cada ministro establezca sus prioridades en función, principalmente las brechas de cada sector. Esa es la preocupación que tiene que tener cada ministro en este momento”, aseguró.
(Con información de Harold Quipe/LR)