El exgobernador de Junín y dueño de Perú Libre, Vladimir Cerrón, registra 23 casos penales pendientes en el Poder Judicial (PJ), todos son delitos vinculados a corrupción de funcionarios en la citada región. A pesar de ello, el amigo de Pedro Castillo sigue participando en política como si la ley no existiera para él.
En dicha instancia tiene una sentencia de 4 años por corrupción de funcionarios, a este proceso se suman 5 casos penales con dictamen, otros 7 en etapa de investigación preliminar, 3 en investigación preparatoria y 8 con acusación fiscal, precisa un informe emitido por la unidad de investigación de América TV.
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Los delitos imputados contra Vladimir Cerrón transitan entre negociación incompatible, falsedad ideológica y llegan hasta peculado y concusión. No es el único frente abierto de este polémico personaje, su gestión dejó otros problemas pendientes.
Un caso más palpable es el hospital de Manuel Higa Arakaki, en Satipo, en el que solo existe un cerco perimétrico. A ello se suman 3 nosocomios más que quedaron paralizados bajo la gestión de Cerrón. El Hospital de Pichanaki, en Chancamayo, está dos años paralizado, pese haber tenido una inversión de 90 millones de soles.
Su presencia es más que notoria, incluso, en los audios de "Los dinámicos del Centro" se hace una colecta para ayudarlo a pagar la reparación civil de S/. 850 000 a favor del Estado.
A pesar que existen varias pruebas, la justicia peruana parece ir a paso de tortuga para llegar al exgobernador de Junín, Vladimir Cerrón, quien dejó en claro su intervención en el gobierno de Pedro Castillo, siempre y cuando este no cumpla con las expectativas de su partido político.