El partido Fuerza Popular de Keiko Fujimori, respaldado por un grupo de políticos, ha solicitado que la Organización de Estados Americanos (OEA) realice una auditoría en el Perú tal y como se hizo en Bolivia en 2019, con el objetivo de confirmar las denuncias de presuntas irregularidades.
Hasta el momento, a 20 días de las elecciones, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, no se ha pronunciado respecto a la segunda vuelta electoral en el Perú, ni por las denuncias de Fuerza Popular sobre un posible fraude.
Desde su cuenta oficial de Twitter, Almagro se ha referido a actividades oficiales, condecoraciones, a condenar la prisión política en Uruguay y a otros temas, pero ha guardado silencio del grave caso peruano.
Sobre este tema, el internacionalista Juan Velit, indicó en una entrevista con el diario Correo que solo es posible una auditoría de la OEA si es que este organismo detecta irregularidades durante los comicios en el Perú. En ese sentido, recordó que la auditoría que hizo la OEA en el 2019 en Bolivia fue porque detectaron irregularidades en los comicios.
“En el caso de Perú, la OEA no ha detectado irregularidades en el proceso electoral”, subrayó. También resaltó que los miembros de la delegación de la OEA han considerado el proceso como una elección muy ajustada a derecho, a las normas internacionales y suficientemente transparente.
Es importante recordar que el sistema que hacía el conteo de votos en Bolivia se interrumpió de pronto y regresó tras 24 horas dando como ganador a Evo Morales, que lo dejaba como presidente en la primera vuelta.
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“En ello está la gran diferencia cuando se habla y se dice que estas elecciones son parecidas a las de Bolivia y debería intervenir, por eso es que la OEA no ha intervenido hasta ahora”, explicó al diario Correo.
Desde su punto de vista, la OEA no ha sacado un comunicado pidiendo una auditoría, porque sus observadores han dicho que todo estuvo bien. Velit sostuvo en el diario Correo que, si el presidente Francisco Sagasti considera que hubo irregularidades, podría enviar una carta a la OEA, sin embargo, dijo que sería un caso suigéneris.
No obstante, el fraude cometido en Bolivia tiene similitudes con lo ocurrido en el Perú pues la OEA determinó que allí hubo firmas falsas y rúbricas provenientes del mismo puño gráfico en las actas.
Por su lado, el internacionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay, aseguró en entrevista con el diario Correo, que el único camino para que se realice una auditoría en el Perú es que el Gobierno de turno haga un pedido expreso. La solicitud partiría con un oficio de la Cancillería al representante permanente del Perú en la OEA, en el que pediría una intervención de la OEA en carácter de auditor, a fin de que dicha instancia evalúe su participación.
Mackay También aclaró que un eventual pedido de Sagasti ante la OEA no afectaría el principio de neutralidad que deben guardar los altos funcionarios durante un proceso electoral. “Si la OEA asume y dice que ha recibido este pedido del Estado peruano, se debe llegar a un acuerdo. Firman un acuerdo y en ese acuerdo se pone el modus operandi para que la OEA pueda participar en el Perú en calidad de auditor, dándole incluso inmunidad a sus peritos para que participen y realicen todo el proceso”, señaló.