Los niños muchas veces hacen berrinches para conseguir lo que quieren o llamar la atención. Muchas veces se aferran a ello sin ponerle un punto final, así que es mejor que tengas un as bajo la manga. Con estas frases tu tensa comunicación con tu hijo se calmará.
Aunque parezca un gran reto la base de esta solución está en el diálogo; tú y tu hijo deben sentarse a conversar. Poco a poco aprenderá a decir argumentos válidos y no soltar lo que se le ocurra. Sin embargo, puede que al comienzo esas tensas conversaciones parezcan no tener final. Pero, paciencia, aquí te daremos los trucos.
Su tu niño persiste en hacerte preguntas o contradecirte aplica la siguiente frase "ya te respondí". Con tono serio y preciso. Ante cada cosa que te diga, cierra con esa frase. Llegará un momento en el que se cansará y dará por vencido.
Del mismo modo, cuando tu hijo realice un berrinche por algo que no tiene sentido y no debemos permitir, pues respóndele "esto ya no está en discusión". También con un tono serio y seguro. Tu hijo debe sentir que nada cambiará tu forma de pensar.
Tan simple como un "esta conversación se acabó" para cerrar las infinitas explicaciones que tu hijo te dará para convencerte. Con esta frase busca cambiar de tema o ver otras alternativas.
En el caso de que nada de las anteriores frases te hayan ayudado, prueba con el último; "la decisión está tomada, si vuelves a mencionarlo, habrá consecuencias". Aplícalo cuando la actitud de tu hijo siga desafiante. Pero esto no es todo, cada palabra o advertencia que hagas debes cumplirla. Si en caso, no te hizo caso, pues como parte de las consecuencias, habrá un castigo o una llamada de atención mucho más fuerte.
Porque para los más pequeños de la casa esta es la única opción que tienen para decir lo que quieren, sienten o desean conseguir. Sus necesidades y emociones se ven en el deseo de ser expresado, pero por su edad lo hacen de la manera incorrecta.
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Como adultas debemos tener paciencia y disciplina a la vez, pues ellos aún no encuentran la forma de juntar sus palabras para expresarse. No se trata de que los padres actúen con desesperación autoritarismo ni tampoco quedarse con los brazos cruzados. El diálogo siempre será la mejor opción.