Jada Pinkett Smith es hoy en día una artista de gran trayectoria y miembro de una familia estable junto a su esposo Will Smith. Sin embargo, la actriz vivió una niñez muy triste en medio de drogadictos.
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Jada Pinkett Smith nació en 1971 en un gueto de Baltimore, en Maryland, Estados Unidos. Su madre fue una mujer adolescente que quedó sumergida en las drogas tras ser abandonada por su pareja.
“Crecí en un barrio infestado por las drogas en el que cada día salías de casa esperando que pudieras volver. Era como vivir en una zona de guerra”, conró Jada al diario británico Daily Mail.
"Me preguntaba qué íbamos a comer cada noche, cómo iba a ir al colegio o si mi madre iba a estar bien. ¿Sobrevivirá a su adicción un día más? Esas eran las cosas que pensaba cuando tenía 11 años", contó la esposa de Will Smith.
En la secundaria, empezó a vender drogas. Luego conoció al rapero Tupac, quien fue su amigo íntimo, y de quien se distanció poco después que éste muriera, en 1996.
Jada Pinkett trató de luchar contra su destino sumergiéndose en el arte. Logró que su mamá la pusiera en talleres de piano, claqué y ballet.
"Mi madre entendió enseguida lo que quería hacer y nunca se puso en mi camino", contó.
En 1990 y tras mudarse a Los Ángeles, la actriz probó suerte en un casting para la serie del momento: El príncipe de Bel Air, cuyo protagonista era Will Smith.
Pero fue descartada por ser baja de estatura. Sin embargo, logró obtener el número de Will Smith, quien tenía 22 años en ese entonces.
"Después de conocernos durante años, una noche salimos a cenar con amigos comunes y me di cuenta de que aquel chico larguirucho se había convertido en un hombre responsable. Fue entonces cuando nuestra amistad se convirtió en amor", recuerda la actriz
El amor prosperó y se casaron en 1997, en la víspera de Año Nuevo.
A pesar de tener una familia solida y una carrera exitosa, Jada Pinkett no era feliz. Se sentía "perdida".
“Simplemente me sentía perdida. La concentración estaba puesta en lo que pasaba externamente, y la unión familiar no estaba recibiendo la atención y el cuidado que sentía que necesitaba", contó en su programa de Facebook Watch, Red Table Talk, espacio que conduce junto a su hija Willow, y su madre de 65 años, Adrienne.
Esta situación hizo que tenga sentimientos suicidas, por lo que "necesitaba tomarme un tiempo y darme cuenta qué es lo que quería para mí".
Jada Pinkett Smith y Will Smith generaron controversia cuando en el 2005, el actor indicó que su relación es abierta.
“En nuestros votos matrimoniales, nunca juramos renunciar a los demás. Por eso, si se trata solo de sexo, decimos: ‘Necesito acostarme con otra persona. No lo haré si no lo apruebas, pero por favor, apruébalo", contó Will Smith, naciendo así los rumores de un posible conflicto en su relación amorosa.
Jada Pinkett Smith y Will Smith siempre han dejado que sus hijos se expresen libremente. Sin embargo, una foto generó polémica en el 2014.
Willow Smith, con 13 años en ese entonces, publicó en su cuenta de Instagram una imagen donde se le ve con su amigo Moisés Arias, de 20 años.
Ambos salen echados en la cama, mientras Moisés se luce con el torso desnudo.
Los actores fueron duramente criticados por la crianza de sus hijos respecto a la educación sexual, incluso el Departamento de Servicios para Niños y Familias de los Ángeles investigó el caso, pero no tardarían en quedar absueltos.
“No había nada sexual en esa imagen o esa situación. Ustedes crearon basura sobre ella”, indicó Jada Pinkett a TMZ.
Jada Pinkett Smith ha dejado en claro que gracias al arte y, más adelante, al apoyo de su esposo ha sabido salir adelante. Asimismo,señaló que la perfección en una relación no existe, que lo importante es estar feliz y acepar culpas y fracasos.
"Lo más importante es acabar con esa idea preconcebida de que la gente 'famosa' tiene unas relaciones sentimentales idílicas y perfectas. Estábamos hartos de intentar estar a la altura de las expectativas. No lo soportábamos más", indicó Jada en el talk-show de Stephen Colbert.
Aunque estuvieron al borde del divorcio, la pareja se encuentra en una situación estable.
"Creo que antes asociaba demasiado la felicidad con el placer y ahora me he dado cuenta que ser feliz consiste en sentirse en paz. Y yo estoy más tranquila ahora que nunca antes en toda mi vida, así que también soy mucho más feliz de lo que lo había sido antes", dijo.