Un recién nacido necesita mucha atención en cuanto acaba el periodo de gestación.
De acuerdo con la recomendación de expertos en crianza infantil, se recomienda darle importancia al acercamiento de la mamá y el bebé en los primeros meses de nacido.
De acuerdo con datos del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal, los bebés después de pasar nueve meses dentro del vientre esperan un útero externo que les ofrezca los componentes necesarios de un “nido evolutivo”.
Es decir, una serie de sistemas que lo faculten para hacer lo normal o cotidiano.
Esta es una práctica del cuidado del bebé que se lleva a cabo en los nueve meses posteriores al nacimiento.
Esta técnica consiste en que se lleven a cabo acciones de afecto hacia el bebé de parte de la familia para que sienta seguridad y buena compañía.
Conoce las actividades para que lo sientan.
Esto puedes hacerlo dándole pecho para así tener contacto piel con piel y para transmitir cuidado al bebé.
Amamantar es una actividad que genera una relación fuerte y segura con tu hijo; sin embargo, puede ser algo incómoda, así que procura que sea en un ambiente y estado de tranquilidad.
Si has elegido no dar pecho por alguna razón personal o médica puedes acercarte de otras maneras y mantener el contacto y cercanía.
Si le das fórmula aun estando cerca sentirá tu presencia y contacto, así que este paso no es exclusivo para la lactancia de pecho.
Pasa el mayor tiempo posible con él o ella y evita producir sensaciones de abandono llevándolo a centros de cuidado infantil a corta edad.
De esta manera puedes afectar su desarrollo para más adelante.
Si tu estilo de vida o rutina laboral es un factor, procura que el tiempo que pasen juntos sea de calidad o que las personas que estén a su cuidado sean cercanas y de confianza.
Para hacerlos sentir seguridad trata de sostener su mano cuando esté por quedarse dormido o dormida.
Esto le dará una sensación de que está protegido mientras duerme y le ayudará a tener un mejor descanso y evitará que esté estresado al despertar.
Arregla los espacios en los que tu bebé descanse para que se sienta protegido al no estar en tus brazos.
La cuna, la bañera o cualquier otro sitio en el que se encuentre continuamente influirá en su forma de comportarse.
Darles besos de manera sutil y gentil en las mejillas y/o frente los harán percibir tu cariño.
Toda la familia, así como mamá y papá podrán hacerle sentir esas muestras de amor físico y fortalecer el vínculo al crecer.
Así formarán un círculo de protección, seguridad y cariño para tu bebé recién nacido.
De esta forma podrás registrar experiencias placenteras y felices y tu bebé crecerá y podrás desarrollarse con fuerza durante los primeros meses.