Como padres buscamos lo mejor para nuestros hijos por lo que les brindamos la mejor educación y los mejores cuidados; sin embargo, existen acciones muy simples que realizamos y que pueden irrumpir en la formación de su personalidad como es el caso de no dejarles escoger su propia ropa.
Si, este sencillo acto puede generar grandes repercusiones en la formación de su personalidad y autonomía. Como padres debemos guiarlos, acompañarlos y aconsejarlos, pero nunca adueñarnos de sus vidas.
Muchas veces queremos que nuestros hijos vistan como “muñequitos de torta”, pero quizás eso no sea de su agrado y si lo obligamos lo único que podemos provocar es que no desarrolle un estilo e identidad propia, generando baja autoestima.
En ese sentido, en el siguiente artículo te mencionamos algunos efectos negativos que puede provocar no dejarles escoger la ropa a tus hijos, señalados en el portal Eres mamá. ¡Presta atención!
Favorece la autoexpresión. Cuando el niño escoge la ropa que se va poner ese día para salir, permitir autoexpresarse y definir su estilo propio. Asimismo, experimentará hasta encontrar la imagen que le defina y con la que se sienta verdaderamente él.
Les ayuda a hacerse responsables de su cuerpo y de su cuidado. Aunque parezca un simple acto, elegir su ropa es una forma de tomar un compromiso consigo mismo, con su cuerpo y con su persona, en general. Fomenta el autocuidado.
Se sentirán seguros, respetados y valorados. A través de las prendas, tus hijos apreciarán mucho el gesto de que les permitas decidir su imagen. Al ver que respetas sus decisiones, aumentará su confianza hacia sí mismos y hacia ti, y no sentirán la necesidad de rebelarse, pues saben que ya son tenidos en cuenta.
Afianza su personalidad y su carácter. Poder elegir la ropa que les agradas son estos pequeños pasos los que ayudan a educar niños autónomos e independientes. Crecer tomando decisiones lo convertirá en una persona decidida y capaz de expresar sus deseos sin miedo a ser rechazado.
Los hace más responsables de su ropa. Al ser prendas que le gustan, que ellos mismos han elegido, sentirán más implicación respecto a su cuidado. De esta forma, accederán de un modo más natural a rutinas como guardar las prendas o llevarlas a lavar. No desearán que sus prendas se estropeen.