Un repaso por los impactantes looks vistos en el set de rodaje y lo que revelan sobre la evolución de cada personaje.
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La secuela más esperada por las amantes de la moda ya es una realidad: El diablo viste de Prada 2 ha comenzado su rodaje en Nueva York y las primeras imágenes no han tardado en revolucionar las redes. La expectación es máxima.
Las fotografías filtradas muestran cada uno de los estilismos de sus protagonistas, adelantando cómo será la vuelta de Meryl Streep y Anne Hathaway como Miranda Priestly y Andy Sachs. Un regreso mediático que ya ha elevado la curiosidad por la película a un nivel superior.
La primera aparición de Meryl Streep en el set de El diablo viste de Prada 2 dejó claro que Miranda Priestly está de regreso con su esencia intacta. Su atuendo refleja una versión evolucionada pero fiel de su icónica estética: siluetas elegantes, una presencia dominante y una paleta cromática que respira sofisticación con una pizca de audacia. Esta vez, el acento de color no viene en azul cerúleo, pero sí en un tono vibrante que revitaliza la energía de su personaje. Con esta blusa, Miranda sigue marcando la pauta del poder desde el estilo.
Anne Hathaway sorprendió al ser captada con un vestido multicolor de cuadros, firmado por Gabriela Hearst. Una elección llamativa, alejada de las apuestas que los fanáticos imaginaban para su personaje. El look se completaba con un bucket hat, que agregaba un toque urbano inesperado. ¿Será parte del vestuario en pantalla o una elección personal de la actriz durante una pausa del rodaje? Sea cual sea el caso, esta mezcla de colores y texturas confirma que el juego de estampados sigue pisando fuerte en 2025.
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Andy Sachs parece haber absorbido más de Miranda de lo que pensábamos. Hathaway fue vista con un conjunto de raya diplomática, una clara referencia a la tendencia corpcore que domina esta temporada. Más allá de su conexión con la moda ejecutiva actual, este outfit remite directamente a uno que Miranda llevó años atrás. El mensaje es claro: Andy ha evolucionado, y su look podría ser la antesala de una transformación jerárquica dentro del universo Runway.
La silueta poderosa regresa con fuerza, y este conjunto lo demuestra. Hathaway aparece con una blazer oversize estructurada, que remite al glamour imponente de los años 80. La combina con pantalones sastre, botas negras de punta afilada y una blusa con escote en pico, componiendo un look que respira autoridad, pero con una feminidad moderna. El equilibrio entre lo clásico y lo actual convierte a este outfit en una referencia de oficina elevada.
Para los momentos de descanso entre escenas, Anne opta por la comodidad sin renunciar al estilo. Una camiseta blanca básica, falda vaquera midi y unas sandalias planas de Chanel crean un look relajado, práctico y chic. Este conjunto demuestra que incluso fuera de cámara, la moda sigue hablando.