El aceite de oliva es uno de los insumos naturales que aportan grandes beneficios a nuestra dermis y cobran gran protagonismo dentro de nuestra rutina skincare cuando se trata de buscar un ingrediente que le otorgue más humectación a nuestra piel.
Este óleo, obtenido de las aceitunas, es empleada desde la antigüedad por personajes como Cleopatra para combatir los signos del envejecimiento prematuro de la dermis y el daño solar. Razones por la que celebs como Julia Roberts y Eiza González no temen emplear este insumo beauty.
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Las propiedades del aceite de oliva demuestran que el alto contenido en antioxidantes tiene una poderosa acción que sirve para lidiar contra los radicales libres. Algo por lo que el aceite de oliva también es bastante empleado a modo de limpiador para el rostro. Aquí te dejamos algunos tips para usar correctamente este virtuoso óleo que llega como un salvavidas.
Antes de utilizar un producto siempre es importante tener en cuenta el tipo de piel que posees y si es lo más idóneo de acuerdo a sus características. En este caso los dermatólogos no recomiendan su uso cuando la piel se encuentre congestionada o acneica. Si la dermis es propensa al acné es mejor evitarlo para no agregarle más oleosidad.
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Los expertos en belleza sugieren utilizar el aceite de oliva cuando la piel se encuentre todavía húmeda para sellar mejor la piel. Después de una ducha son ideales para aplicarlo en lugar de una crema hidratante con suaves toques en el rostro o en la noche antes de descansar después de haberlo de la limpieza facial.
Es mejor optar por aquellos productos menos procesados pues son más beneficiosos y efectivos en la piel. Aquellos con la especificación de extra virgen sin refinar son los más idóneos a fin de evitar compuestos químicos con aditivos que puedan ser dañinos para el cuerpo.