Madonna es una de las celebridades que a pesar de su edad mantiene un cuerpo atlético y se conserva muy bien. Y más allá de las intensos ejercicios de entrenamiento, las cremas y cosméticos que puede utilizar, la cantante enseñó dos acciones que al parecer se han convertido en parte esencial de su rutina de belleza.
Y lo que causó mayor consternación entre sus seguidores fue el uso del conocido tratamiento de orinoterapia como parte de su rutina después de cada concierto.
A sus 61 años Madonna se mantiene vigente en la industria musical y no deja de mantener su lugar como reina del pop. Por ello no le importa aplicar métodos extremos con tal de conservar su buen físico y mantenerse joven.
En el video que compartió a través de Instagram Madonna demostró ser poseedora de una gran fortaleza mental y física al ingresar a una bañera repleta de hielos, lo cual realiza para mejorar la circulación de su piel y tratar cualquier lesión ocasionada durante los conciertos.
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A pesar de que esta acción supone de por sí ya un gran esfuerzo, lo más sorprendente vino después. La intérprete de ‘Like a virgin’ comenzó a beber un recipiente que contenía su propia orina. "Es realmente bueno beber orina después de salir del baño helado", comenta mientras sujeta la taza y explica que le ayuda a adelgazar y rejuvenecer.
La primera técnica que utilizó Madonna se llama crioterapia y es bastante frecuente en deportistas de élite y alto nivel para evitar lesiones y relajar los músculos. Sin embargo, la segunda técnica llamada orinoterapia es la que más ha llamado la atención pues si bien es una práctica milenaria que tiene fines medicinales aún no cuenta con ningún tipo de evidencia científica.
Al respecto hay quienes aprovechan propia orina para beberla o aplicarla directamente en su piel o encías para mejorar su aspecto. No obstante, podría resultar dañino para la salud pues se estaría volviendo a tomar los desechos ya filtrados por los riñones lo que, además, podría causarnos alguna infección. Al parecer Madonna prefiere seguir la técnica de culturas tan antiguas como los egipcios y mayas a pesar de no contar con un respaldo médico.