Si bien hay diferentes tipos de pieles como lo son seca, mixta, grasa, normal, y sensible, cada una tiene particularidades que deben tenerse en cuenta al momento de utilizar o aplicar un producto.
Por ello, si no conoces que tipo de piel tienes, las asesoras de Aruma explican cuáles son las características de cada una para que puedas identificar la tuya.
Sus poros son mínimos y esto la libera de impurezas. La circulación sanguínea es la ideal, por lo tanto tiene ese tono y brillo que denota una piel saludable y radiante. Para limpiarla, es ideal usar jabones líquidos o glicerinados. Además, tener en cuenta que el tónico es ideal para minimizar los poros luego del lavado.
Son aquellos rostros que no logran retener la humedad necesaria, son ásperos y muy sensibles a los efectos de un ambiente externo muy agresivo como exceso de viento, sol o frío. Es por ello que se recomienda utilizar limpiadores faciales especiales, así como desmaquillantes hidratantes y productos nutritivos para aportar más agua e hidratación a la piel. Estos últimos deben tener filtro solar.
Se caracteriza por generar una hiperproducción de sebo, provocando un exceso de brillo y poros agrandados muy visibles. La textura de la piel se ve más gruesa y de tono pálido. Se recomienda realizar de 2 a 3 lavadas diarias con jabones líquidos o glicerinados (no excederse, pues podría tener un efecto contrario y aumentar la oleosidad). Asimismo, aplicar exfoliantes, por ejemplo, de carbón natural para una limpieza profunda. Un tip adicional: es evitar productos aceitosos o cremosos para hidratar, por el contrario, los geles son una buena opción.
Es una combinación entre piel grasa con seca o normal. Principalmente la zona T (frente, nariz y barbilla) suele tener exceso de lípidos y desarrolla impurezas, mientras que las mejillas se caracterizan por tener una superficie normal. Los productos más recomendables son los geles de limpieza profunda y astringentes. Por último, para hidratar y protegerse del sol, son convenientes los productos específicos para pieles mixtas.
Como su nombre lo indica, existen personas con mayor sensibilidad a factores externos como el estrés, el clima seco y los rayos UV. Estos hacen que la piel pierda su equilibrio y suela enrojecer. Por ello, para poder darle el cuidado necesario, se recomienda usar cremas especiales y productos sin perfumes para disminuir las reacciones. Un tip adicional: después lavarse el rostro, es secarse la piel con toques y no frotándola, para evitar la irritación. Asimismo, existen sprays de aguas termales, que pueden rosearse sobre el rostro y ayudan a disminuir la rojez de la piel.