Sabemos que las uñas pintadas de rojo son sexys y femeninas. Incluso, para algunas mujeres se ha vuelto como una especie de complemento que lleva siempre puesto, y que les renueva cualquier look. Pero tras las bondades del color rojo se esconde una realidad: los esmaltes oscuros manchan la uña, la pigmentan y la hacen amarillear.
Entonces, cuando decides desengancharte de este color, entras en una especie de círculo vicioso que no te permite probar otras tonalidades, o peor, llevar las uñas sin esmalte alguno.
Para que esto no te suceda, tenemos 5 tips de belleza infalibles para conseguir unas uñas sanas y blancas.
Parece obvio, pero es necesario recordarlo. La base nos protege la uña para que el esmalte no se impregne, mientras que el brillo sella la uña y la protege.
Lucero Borja, manicurista de MyLittleMomó nos recomienda: “Moja la piel con agua para que el esmalte no se adhiera a la piel, coge un algodón empapado en quitaesmalte y ponlo encima de la uña. Empieza a retirarlo frotando con un movimiento circular para que no se manche el resto del dedo”.
Si te haces la manicura con regularidad, sabrás que las limas pulidoras son eficaces para eliminar parte de la pigmentación amarilla. Pero, antes de realizar este paso, aplica un poquito de aceite en cada una.
La solución no está en dejarlas de pintar. Las uñas sin brillo ni base de debilitan y se vuelven quebradizas. Además, recuerda utilizar un fortalecedor e ir alternando colores.
El limón te puede ayudar a blanquear las uñas. ¿Cómo hacerlo? Arrástralo directamente por la uña luego de haber retirado el esmalte.
O también puedes utilizar este truco que explica Lucero Borja para Vogue “parte un limón a la mitad, pon un poquito de bicarbonato sobre el limón, deja que se impregne y aplica en la uña con un cepillo esa especie de masa que se obtiene al mezclarse el bicarbonato con el zumo”.
Ya sabes, Wapa, es necesario empezar a cuidar nuestras uñas, darles una nueva apariencia y disfrutar de colores vivos sobre todo en esta temporada de verano.