Un rostro luminoso es señal de un maquillaje casi perfecto, pero debemos recordar que cada una de las partes de nuestra cara merece una cantidad necesaria. Tenemos que saber escoger las zonas claves para tener un brillo natural.
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Muchas mujeres se olvidan de iluminar su nariz, pero debemos recordar que es una de las partes más importantes. Recuerda siempre colocar el producto en el centro y un poco en los lados laterales.
Para poder levantar nuestra mirada y tener un resultado mucho más penetrante, debemos aplicar el iluminador por debajo de nuestra ceja, en la zona de inflexión.
Un error que muchas mujeres cometen es el de echar el producto por el centro de la frente y esto jamás se debe hacer. Una manera correcta de colocar el iluminador es aplicarlo entre las cejas. Los especialistas mencionan que, para potenciar la luz, podemos bajarlo hasta la nariz.
Si tienes la frente muy ancha es mejor no aplicarlo.
Para obtener luminosidad en la mirada podemos colocar el iluminador en la parte alta del hueso del pómulo. Si es que tienes una cara ancha es mejor evitar la aplicación en esta parte de la cara.
El centro del mentón es la clave para darle amplitud a nuestra cara. Si es que tienes la barbilla un poco grande se recomienda no iluminarla.
Si es que queremos que nuestros labios se vean más gruesos o carnosos, podemos iluminar la parte del borde del labio superior, la que tiene forma de arco. De esta manera aumentaremos el color del labial.