Perder a un ser querido siempre es algo muy duro, difícil y triste de superar, independiente si es tu mejor amigo o un conocido, una muerte siempre traerá lágrimas. Eso fue lo que vivió un perro al sureste de Dallas, que no quiso moverse del lado de su compañero fallecido para que no estuviese solo.
Sin pensarlo, el can se quedó a su lado por mucho tiempo y esperando a que alguien viniera a ayudarlo. Las imágenes del trágico momento fue viralizado en redes sociales
(Foto: Samuel Flores)
Un hombre llamado Samuel Flores pasó casualmente por ese camino y al ver este dramático escenario, quiso compartirlo en las redes sociales para ver quién podía socorrer a este leal amigo. Él se quedó pacientemente al lado de ambos perros esperando que alguna persona se acercara a ayudar.
"¿Alguien puede ayudar a este pobre perro? Su amigo fue atropellado por un carro y estoy asumiendo que él es el guardia", escribió Samuel Flores mediante redes sociales.
(Foto: Samuel Flores)
De esta forma, Jessy Faiferlick supo lo que estaba pasando y decidió hacer el viaje hasta donde estaba este leal perro. Al llegar allá, ella se acercó hasta el lugar en la que se encontraba el cuerpo del can fallecido y la primera reacción de su guardián fue ladrar intensamente. Después, al darse cuenta que ella sólo quería ayudar, le dio la pata, una acción de gracias.
"Cuando llegué allí lo llevé a mi automóvil y cargamos a su amigo para que lo escanearan. Se podía ver por la sangre en el camino, que había sido arrastrado por él fuera de la carretera. Cuando nos fuimos se metió en la pequeña ventana trasera de mi auto para ver a su amigo", manifestó Julie Fennell.
Fennell quedó impresionada por la lealtad de este can, que se acercó a ella y le colocó su patita como símbolo de confianza y agradecimiento.
(Foto: Samuel Flores)
Después de este trágico accidente, el perro fue llevado a Dallas Animal Services donde esperó hasta ser adoptado por una buena familia. A pesar de que esto sucedió en 2015, las redes sociales no olvidan el gesto que tuvo el noble peludo.
