El llanto y amor de un niña, de 8 años, por su 'amigo' carpincho llamado Pancho conmovió a varias familias en Santa Fe en Argentina. Tras una denuncia anónima, la estadía del capibara corrió peligro en su actual hogar.
La policía decidió dirigirse al domicilio del carpincho para proceder a su captura, debido a que se trata de un animal salvaje que no debe ser tratado como mascota más entre las familias.
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Para el barrio llamado White, Pancho es la mascota del vecindario. El animal sale a tomar sol a la vereda, pasea por la calle, es acariciado por todos los vecinos y hasta toma mate, por lo que realmente es muy querido por toda la comunidad y sobre todo, por su dueña de ocho años.
Mientras la policía pretendía llevarse al carpincho a una granja, el padre de la pequeña, Juan Caravallo, intentaba explicar a medios locales que el capibara se lo habían obsequiado hace tiempo y que ya estaba domesticado. "Está tranquilo, no molesta y ahora le quiere sacar el carpincho a mi hija para llevarlo a la Granja. Se va a morir ahí, va a extrañar, todo el barrio le da de comer. La policía se lo quiere llevar" , argumentó el hombre entre sollozos.
Pero eso no fue lo más patético de la jornada, sino cuando la pequeña de 8 años abrazaba con un llanto desconsolado a su querido ‘Pancho’, mientras le suplicaba a la radio local que hiciera algo para que no lo alejaran de su vida.
Ante el sufrimiento de la familia, cerca de 100 vecinos salieron a las calles para evitar que el capibara fuera llevado por las fuerzas de seguridad. Tal fue la cada de solidaridad, que cuando los gendarmes quisieron trasladarlo, los vecinos rodearon la jaula e impidieron que se lo llevaran.
Después de una verdadera cruzada por mantener a ‘Pancho’ en el barrio, los policías tuvieron que conformarse con tomar los datos del dueño del animal y retirarse tal como llegaron.
Finalmente, y gracias a la unión del vecindario de Santa Fe, Pancho se quedó con su familia adoptiva desde hace ya cinco años. Al menos, por el momento.