Cargando...
28 Mar 2020 | 13:26 h

Gato que no puede caminar se convierte en una ‘enfermera’ de una clínica veterinaria

La historia de Luciferha conmovido a los usuarios de Instagram por la función que desarrolla en una veterinaria a pesar de su discapacidad.

Únete al canal de Whatsapp de Wapa

    wapa.pe

    Lucifer es un gatito que se ha ganado el respeto de la comunidad de Instagram por la noble función que desarrolla al lado de su dueño, un médico veterinario que decidió contar con los ‘servicios’ de las mascota a pesar que no puede caminar.

    Su discapacidad en la columna le ha prohibido realizar ciertas actividades, pero su padre adoptivo sabía que el animalito escondía algo especial a pesar de sus limitaciones.

    Desde que fue rescatado en 2013, los trabajadores del hospital de animales Klyk en Perm, Rusia, no pararon de emplear todos los métodos posibles para que el pobre animal vuelva a caminar; sin embargo, todos los esfuerzos fueron que realizaron fueron en vano.

    Las dosis de fe no fueron suficiente

    A Lucifer le realizaron varias operaciones, pero en ninguna se veía una mínima mejora. Ya sin alternativas, el grupo de doctores decidió adoptar al felino y mantenerlo en práctica para que pueda acompañarlos durante el desarrollo de sus funciones.

    Hasta entonces, el minino de pelaje negro que fue encontrado muy dañado ha crecido bastante y desempeña un rol muy importante en la veterinaria: apoya moralmente a los pacientes que llegan a la clínica, tal como se observa en las postales de Instagram.

    “A menudo, los pacientes gravemente enfermos acuden a nosotros y los apoyo moralmente, les explico que las inyecciones no dan miedo, cuenten mi historia de que no podría estar sin médicos, verifique si los pacientes están calientes en el hospital… y también soy un donante honorario. He salvado más de una vida con mi sangre”, escribió el padre de Lucifer en su blog.

    Corazón de gato, corazón de león

    Además de caritativo, el gato se ha mostrado muy sociable con todos los visitantes que suelen pisar la clínica para atender a sus macotas, quienes suelen encariñarse rápidamente con el mínimo y, hasta, logran sacarse algunas fotos para luego subirlas al perfil de Instagram del centro médico.