Los gatos son animales difíciles de leer, a diferencia de los perros, que parecen comunicarse más fácilmente con las personas. No obstante, un nuevo estudio de la Universidad de Guelph ha encontrado que los felinos si buscan comunicarse con sus dueños a través de sus gestos faciales, aunque gran parte de nosotros no los deduzcamos.
Según la investigación, algunas personas son verdaderos “domadores de gatos” que sobresalen por descifrar diferencias sutiles en las caras de los felinos, que revelan su estado de ánimo.
Tal parece que los mininos envían señales a través de ronroneos, maullidos y, principalmente, expresiones faciales, las cuales suelen ser muy difíciles de interpretar para los humanos. Así lo explicó Georgia Mason, investigadora veterinaria y autora de este estudio que analiza la capacidad de los humanos para comprender a los gatos.
“Cualquiera que descarte a los gatos como de mal humor o distantes probablemente los esté subestimando”, dijo.
Mason y sus colegas estaban interesados en evaluar la precisión con que los humanos perciben las emociones felinas escritas en sus rostros. Para ello, los científicos analizaron a más de 6,300 sujetos de 85 países, a lo que se les pidió ver 20 clips de gatos. Los videos fueron recopilados a través de clínicas veterinarias o YouTube, sin tener un contexto previo. De tal suerte, se le pidió al observador que decidiera si el felino estaba experimentado una emoción negativa o positiva.
Cada video se centró en la cara del gato, sus ojos, hocico y boca. Ninguno de los gatos mostró expresiones de miedo, como colmillos descubiertos u orejas aplanadas, ya que estas expresiones faciales ya se conocen ampliamente.
Casi todos los participantes encontraron la prueba desafiante. Su puntaje promedio fue de 11.85 sobre 20. Sin embargo, el 13% de los participantes se desempeñó muy bien, con una puntuación correcta de 15 o más. Fue a este grupo al que los investigadores llamaron informalmente “los susurradores de gatos.