La muerte de la felina ha tenido lugar por causas naturales después de una vida longeva y productiva en la lucha por la supervivencia de esta especie, según han informado medio locales.
Después de once años en Doñana, el animal hembra regresaba a las instalaciones del Zoobotánico Jerez una vez finalizada su etapa como ejemplar reproductor del programa de cría del lince ibérico.
La historia de Saliega con el Zoobotánico de Jerez comenzó mucho antes, porque llegó por primera vez a sus instalaciones en el 2002 con apenas 764 gramos de peso procedente de la población de lince ibérico de Sierra Morena para pasar a formar parte del programa de conservación de esta especie.
En el 2005 dio a luz a su primera camada, a los que le pusieron Brezo, Brecina y Brisa, este acontecimiento marcó un auténtico límite en la conservación de este felino en peligro crítico de extinción. Saliega se convertía así en la primera hembra en dar a luz en este programa de conservación.
El buen desarrollo reproductiva y su gran instinto maternal han convertido este animal salvaje en todo un icono gracias al cual se han conocido aspectos tan significativos como el periodo de peleas que sufren los pequeños linces ibéricos, la distintiva fisiología reproductora de estos animales y las formas de crianza en cautiverio más apropiadas.
(Con información de EFE)