El embarazo de Serena Williams generó sorpresa en sus fans, pues lo reveló sin querer a través de una fotografía, y la expectativa fue grande cuando la pequeña nació y la famosa deportista contrajo matrimonio con su, ahora esposo, Alexis Ohanian. Esta semana, la tenista ha protagonizado junto a su hija Olympia la portada de Vogue USA y habló sobre la maternidad.
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Serena quiso ser muy sincera sobre cómo ha llevado la maternidad e incluso reveló que tuvo complicaciones durante el parto. Sometieron a la tenista a una cesárea de emergencia y tras dar a luz tuvo problemas para respirar, los médicos descubrieron que tenía coágulos en los pulmones, lo que le ocasionó una fuerte tos que terminó por abrir los puntos de la cirugía.
La deportista indicó que en ese momento “todo fue mal”, pero se recuperó y ahora ha regresado a las canchas. Sobre su papel como madre primeriza también ha sufrido con los altibajos emocionales. Si bien asegura que su hija le da tranquilidad y le ha quitado la ansiedad que padecía, también se ha sentido compungida por la labor que realiza ante los sollozos de Olympia.
“A veces me pongo muy alicaída y me siento como ‘no puedo hacer esto’ […] Nadie habla de los momentos bajos, la presión que sientes, la increíble decepción cada vez que escuchas al bebé llorar. Me he deprimido no sé cuántas veces. O me enfado sobre los lloros, luego me pongo triste por enfadarme, y luego culpable, como ‘¿por qué me siento tan triste cuando tengo a un precioso bebé?’ Las emociones son una locura”, confesó a Vogue USA.
Finalmente, Serena aseguró que desea que Olympia tenga una vida normal, una que ella no tuvo. “Odiaría que tuviese que lidiar con comparaciones y expectativas. Es demasiado trabajo, y he renunciado a mucho. No me arrepiento de ello. Me gustaría que ella tenga una vida normal. Yo no la tuve”.