La correcta disposición final de dispositivos electrónicos es clave para nuestro planeta. Una pila desechada que termine en contacto con el mar o los ríos puede contaminar alrededor de 600 mil litros de agua.
El promedio de vida de un equipo celular es de un año y medio por lo que los usuarios al comprar un nuevo equipo deberían tomar conciencia de cómo desechar correctamente el dispositivo anterior.
DISAL, empresa líder en gestión de residuos, nos brinda 3 consejos esenciales para la correcta disposición de baterías, pilas o celulares usados.
En caso de desechar celulares obsoletos, desfasados o que simplemente que desees desechar porque estás cambiando de equipo móvil, es importante que no olvides borrar tu información personal.
Recuerda que los celulares almacenan huellas digitales, información bancaria, fotografías e información personal.
Para asegurarte de no dejar información de interés en el equipo ve a configuración del equipo y realiza una restauración de fábrica del equipo. Todos los datos volverán a cero.
En algunos casos algunas personas utilizan botellas plásticas para llenarlas de pilas o baterías en desuso.
Busca un envase práctico donde puedas acumular durante un periodo determinado las pilas que generes ya que no siempre dispondrás de tiempo para desecharlos continuamente.
Mantén este envase con tapa y en un lugar seguro, luego llévalas a un punto de acopio cercano para su adecuada disposición final.
En la actualidad muchos residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) pueden ser reciclados, es por ello que lo ideal sería llevar los celulares u otros equipos electrónicos que ya no utilices, a un punto de acopio cercano.
Otra alternativa es participar de las campañas del Ministerio del Ambiente y las municipalidades que realizan con empresas especializadas donde reutilizarán las partes que puedan reciclarse para ensamblaje de nuevos aparatos electrónicos y aquellas piezas que no se puedan reciclar las desecharán de manera responsable en un relleno de seguridad.