Al terminar de ejercitarte siempre está esa duda y miedo de cómo te levantarás mañana para seguir con tu vida y no puedes evitar pensar en que no te dará el cuerpo para hacerlo.
Si estás satisfecha por haber entrenado a pesar tu apretada rutina que tiene entre actividades laborales o de estudios una agenda con eventos por asistir o disfrutar con los que más quieres y sigue la duda de si entrenar te quita más de lo que te da.
El asunto es que el dolor va a estar ahí si no sabes cómo tratarlo o si no sabes cómo enfrentar una rutina sin maltratar tu cuerpo más de la cuenta y si no buscas la manera de cuidarlo post ejercicio.
Para que no desistas de llevar una vida saludable y tus ejercicios sean una carga d energía y no lo contrario te dejamos 5 tips ideales para evitar todo dolor y hacer mucho más llevadero y productivo tu workout.
Aunque quieras darle con todo a la clase opta por llevarla con levedad. Si está bien tener toda la intención de querer dar lo mejor, pero es una muy mala decisión querer hacer 100 repeticiones de un solo ejercicio cuando sabes que tu cuerpo o está acostumbrado.
Y si ya tienes dolores musculares o agujetas, muévete con tranquilidad y no te sobre exijas a superar el dolor, que en muchos casos causa lo contrario.
Para reducir la tensión muscular y bajar el rango de moción haz estiramientos ligeros. No fuerces tu cuerpo, haz los ejercicios hasta que sientan algo de tensión, pero no dolor.
No te sobre-estires, es lo peor que puedes hacer. Si no quieres tener un dolor que te acompañe por una semana o producir un problema mayor olvídate de querer estirar a la fuerza tus músculos.
De esta manera los proteges de posibles desgarros y roturas.
El agua siempre es beneficiosa y en este caso no hay excepción. Tomarla te ayudará a disminuir el dolor y a filtrar con mayor facilidad las toxinas que tu cuerpo produce tras una rutina de ejercicios.
Además, beberla dará una mejor apariencia a tu piel. No hay pierde con este consejo tan útil como necesario.
La temperatura fría es perfecta para ayudarte a bajar la inflamación y mejora tu circulación. Después de hacer ejercicios báñate con agua helada para gozar de sus beneficios.
Si no estás acostumbrada puedes empezar por agua tibia y terminar el baño con agua fría o hasta donde puedas aguantar bajando la temperatura.
Tras finalizar tu rutina date un masaje con un foam roller o cilindro hecho de foam. Al comienzo pueda que duela, pero es justo por lo que es importante.
Esto porque hay movimientos que libera la tensión muscular y el exceso de ácido láctico.
Para hacerlos recuéstate en una colchoneta o mat de yoga y posa tu cuerpo y extremidades sobre el foam roller y rueda en este dividiendo por secciones el músculo y aplicando presión con cuidado. Ve poco a poco si tus músculos están muy sensibles.
Con estos tips ya pueden continuar con tu rutina de ejercicios y no dejarla por incómodos dolores que puedes mitigar con decisiones inteligentes antes y después de entrenar. ¡Workout!