Razones para creer en el Karma y sus 12 leyes que debes seguir

Nuestros actos se ven vigilados por un juez denominado "karma". Este es la energía invisible que se encarga de hacer que paguemos por las cosas buenas o malas que hayamos hecho durante nuestro camino. Cada quien tendrá lo que se merece. Si eres buena o mala el universo se encargará de darte tu merecido. Pues, cada acción que hacemos empleamos una energía positiva o negativa que con el tiempo regresará a ti. 

Leyes del karma según el budismo

1 - Existe la ley de causa y efecto: Todo lo que des, te lo devolverán. Todos nuestros actos regresarán con la misma medida de todo lo que algún día hicimos.

2 - Ley de creación: Para que exista nuestra “vida” es necesario de nuestra participación, mediante acciones.

3 - Ley de la humildad: Todos debemos aceptar una determinada acción para luego cambiarla.

4 - Ley del crecimiento: Nos dice que nosotros somos quienes debemos cambiar y no los demás.

5 - Ley de responsabilidad: Trata de que todas las personas deben ser responsables de sus actos, ya sean, correctos o equivocados. 

6 - Ley de la conexión: Cada paso que demos durante nuestra existencia en este mundo nos llevará a otro paso más y así sucesivamente. Por eso, debemos tener cuidado qué pasos damos o por dónde nos dirigimos.

7 - Ley del enfoque: No podemos pensar en dos cosas a la vez. Nuestro objetivo debe ser uno solo, no podemos abarcar varios al mismo tiempo. Al terminar el primero, habrá tiempo para el siguiente.

8 - Ley de hospitalidad: Consiste en dar lo que es suyo y acoger lo que otros dan. 

9 - Ley de aquí y ahora: No debemos pensar en lo que pasó antes para disfrutar el presente. "Aquí y ahora". 

10 - Ley del cambio: Si no cambiamos nuestros actos, las historias se repetirán. 

11- Ley de la paciencia y recompensa: En relación a lo que hacemos, recibiremos las recompensas de la vida. Nada llega sin razón. 

12 - Inspiración e importancia: Trata de que el ser humano debe implicarse en su totalidad en lo que hace. Es decir, no hacerlo de a pocos o a medias sino de nada valdrá. Debemos invertir nuestros recursos en los objetivos que nos propongamos. 

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