Este estofado de pollo es tan delicioso que tu suegra preferiría guardarlo bajo llave. Te revelamos paso a paso cómo prepararlo y dejar a todos pidiendo más.
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Dicen que la cocina peruana se hereda… pero algunas recetas son tan buenas, que ni la suegra quiere compartirlas. Uno de esos secretos bien guardados es el estofado de pollo casero: ese guiso espeso, sabroso y lleno de cariño que huele a domingo familiar. Pero hoy, por fin, el misterio se rompe.
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Y es que este plato, infaltable en cualquier menú criollo, ha conquistado paladares por generaciones, desde los hogares más humildes hasta los restaurantes de mantel largo. Pero lo que muchos no saben es que su magia no está solo en los ingredientes, sino en el tiempo, el fuego y el alma que se le pone al cocinar.
Para que no dependas del “ojímetro” ni de la buena voluntad de tu tía o suegra, aquí te contamos paso a paso cómo preparar el verdadero estofado de pollo peruano, con todo lo que necesita para ser inolvidable.
Según el portal gastronómico A comer, el estofado de pollo es un reflejo de nuestra identidad culinaria: un plato mestizo, lleno de insumos locales y técnicas heredadas. Lo que lo hace único es la mezcla perfecta entre dulzura (gracias a las pasas), acidez (por el tomate y el vino) y profundidad (el ají panca y el laurel).
Además, esta preparación permite múltiples variaciones: hay quienes le agregan aceitunas negras, huevos duros o incluso lo sirven con yuca sancochada. Pero en su versión clásica, como esta, es un plato que nunca falla.
Si después de prepararlo escuchas un “mmm” profundo en la mesa, o alguien repite plato sin pedir permiso, entonces sabrás que lograste algo grande. Este estofado no solo alimenta: reconcilia, enamora y deja recuerdos.