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04 Sep 2024 | 11:04 h

Jaime Bayly preocupado por posible fin de su matrimonio con Silvia Núñez del Arco

“Cuando viajamos, mi primera bebida en el desayuno es siempre un jugo de naranja y la suya, una copa de champaña”, escribió Jaime Bayly. 

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    En su última columna, el escritor Jaime Bayly sorprendió a todos sus seguidores al revelar que está preocupado por su matrimonio y que posiblemente su esposa ya no lo ame. El conductor de televisión expuso sus miedos, dentro de su escrito publicado en ‘La Tercera’.

    El conductor se casó con Silvia Núñez del Arco el 21 de marzo del 2011 cuando la joven estaba embarazada de última hija Zoe. El periodista expresó en diferentes oportunidades que deseaba que la joven se convirtiera en la madre de su tercer hijo y se cumplió.

    Jaime Bayly preocupado por posible fin de su matrimonio

    Tras varios años de relación y de matrimonio con Silvia Núñez del Arco, Jaime Bayly asombró con su última columna, expresando que tiene miedo que la madre de su hija ya no lo ame: “A veces creo que mi esposa ya no me ama, que se aburre conmigo en la cama. Dada la diferencia de edad, y de peso, y de apetito erótico, no sería de extrañar que tal cosa ocurriera.”, escribió.

    Otro mensaje que llamó la atención de Jaime es que se encuentra preocupado por las bebidas alcohólicas que toma su pareja, ya que él es abstemio: “También eso me preocupa: mi esposa bebe y yo soy abstemio. Me asusta la posibilidad de que se vuelva alcohólica, pero no le digo nada, respeto su libertad. Sin embargo, ella sabe que el asunto me inquieta porque su padre fue alcohólico y el mío también. Mi madre sufría mucho cuando mi padre se emborrachaba y se tornaba violento, áspero, sombrío. Yo no le digo nada a mi esposa, dejo que ella beba lo que le dé la gana de beber.”

    El conductor de televisión destacó que en sus viajes, mientras él se pide un jugo de naranja como primera bebida, ella toma champaña: “Cuando viajamos, mi primera bebida en el desayuno es siempre un jugo de naranja y la suya, una copa de champaña. Desde entonces, y durante todo el día, hasta las dos de la mañana, no pierde ocasión de beber todo el vino y la champaña que encuentra en el camino. Eso me desasosiega y atormenta.”