Una vez más Keanu Reeves sorprende a sus fanáticos. Esta vez lo hizo durante una evento sobre videojuegos en Los Ángeles, cuando salió caminando por el escenario del evento y el estadounidense Peter Sarkisyan quedó atónito.
La esbelta figura del libanés envuelta con el humo teatral generó una buena aceptación del público. La admiración de Sarkisyan por Reeves se dio a conocer durante esa noche. Pues, el joven no dudó en gritar desde su asiento junto con los asistentes: "¡Me dejas sin aliento!".
En una entrevista reciente, Sarkisyan dijo, "pensé: 'soy yo en el futuro'", mientras recordaba lo vivido el día de la presentación de Reeves. El jugador en línea de 33 años que usa el nombre Peter Sark agregó, "Keanu siempre dice pura verdad. Es buena persona con todos. Solo dije lo que todos ahí estaban pensando".
Durante casi tres décadas de carrera fílmica, Reeves ha sido una presencia indescifrable, ya sea el héroe renuente de la serie de películas Matrix que recaudó 1600 millones de dólares en taquilla global o el asesino amante de los perros de John Wick.
Keanu se ha vuelto una icono para los jóvenes. La gente proyecta al actor de 54 años lo que quieren ver en sí mismos. "Tiene una ambigüedad", dijo William Irwin, profesor de Filosofía del King's College en Pensilvania que se especializa en la intersección de cultura pop y filosofía. "No es andrógino, pero tampoco un macho alfa. Es tanto masculino como femenino, de cierta manera".
Al igual que Bill Murray se volvió casi un santo popular después de Cazafantasmas, Reeves es accesible y al mismo tiempo, no lo es tanto. Es una imagen pop de la era en la que la gente busca la conciencia plena para intentar encontrarle sentido a un mundo cínico y confuso.
Cuando apareció en el programa nocturno de Stephen Colbert le hizo una pregunta de broma al actor: "¿Qué crees que sucede cuando morimos, Keanu Reeves?". El actor suspiró. "Sé que quienes nos aman nos extrañarán", dijo.
Tanto es el furor por la estrella de Hollywood que tiene su propio festival fílmico, keanuCon, y sus aficionados hace poco empezaron una petición para que la revista Time lo nombre la Persona del Año.
La respuesta de Reeves al comentario adulador de Sarkisyan también fue muy representativa para el actor, ya que nos tiene acostumbrado y desde los años ochenta en su adolescencia, esa misma cualidad que quedó plasmada en Bill & Ted's Excellent Adventure. "¡Tú me dejas sin aliento!", gritaron desde el escenario, y él gritó con entusiasmo. "¡Todos ustedes me dejan sin aliento!".
Tal vez detrás del gran atractivo está su aparente vulnerabilidad. “Tiene muchos intereses y aficiones, pero no se da aires”, dijo Irwin. “No pretende ser algo que no es; tiene una cualidad de siempre estar en busca de algo”. De sus papeles en el cine, el crítico cultural Joe Queenan dijo en un artículo de 2018 en The Guardian: interpreta papeles que “la audiencia ve con más afecto que con reverencia o idolatría, como un hermano menor que tiene demasiado en el plato y tal vez necesite ayuda de otros para sobrevivir”.
Sin embargo, su cualidad de hombre común y corriente ya había quedado en evidencia mucho antes de este ímpetu publicitario reciente. En 2014, la actriz Olivia Spencer contó en televisión que Reeves una vez la ayudó a empujar su auto cuando se descompuso en una calle de Los Ángeles. Ese mismo año se reportó que en una fiesta alguien perdió una tarjeta de crédito y que él se encargó personalmente de devolverla.