Las actrices son camaleónicas, muchas veces tienen que cambiar totalmente su aspecto físico para darle vida a un nuevo personaje, ya sea en una serie o una película.
Por ejemplo, Nicole Kidman encarnó a Virginia Woolf, una mujer que luchaba contra su locura, en “Las horas de Stephen Daldry”.
Su transformación vino acompañada de una nariz falsa, que le otorgaba un perfil nada glamuroso, un maquillaje que envejecía y endurecía sus suaves facciones.
Pero este no es el único papel que necesitó un cambio radical, pues en la película “Destrucción”, Kidman es una detective que viaja al infierno tras fracasar en un caso peligroso en el que se implicó demasiado.
Así como la ganadora de un Oscar, cuatro Globo de Oro y un Bafta, otras actrices también tuvieron que realizar cambios radicales para una película, aquí te lo contamos.
1. Charlize Therón en “Tully”
En esta película, Charlize Therón tuvo que aumentar 22 kilos de más para ejercer de madre de tres niños en la tragicomedia Tully de Jason Reitman.
¿Su dieta? Comer comida basura sin descanso, ya que incluso se ponía el despertador a las dos de la madrugada para comer macarrones con queso con el objetivo de alcanzar en tres meses el peso exigido. Su peculiar menú le llevó a sufrir depresión.
“Quería sentir lo mismo que sentía esta mujer, y creo que fue la mejor manera de acercarme a ella y poder entender su estado mental”, aseguró en una entrevista a Entertaintment Tonight.
2. Renée Zellweger en “El diario de Bridget Jones”
La actriz estadounidense, dueña de una figura menuda pero bien proporcionada, sorprendió con unos once kilos extra para meterse en la piel de esa solterona, enamoradiza y adicta al tabaco creada por la escritora Helen Fielding.
Por su esfuerzo en recrear con convicción a Bridget Jones en la gran pantalla, Renée optó al Oscar como mejor actriz. Repitió en la segunda entrega otra vez con varios kilos de más y se rumoreó que por cada kilo ganado le pagaban un millón de euros.
Para la tercera parte se negó a subir de peso, argumentando que Bridget llevaba una vida sana y estaba centrada en su trabajo.
3. Natalie Portman en “El Cine Negro”
La actriz, productora y directora estadounidense ganó su único Oscar hasta la fecha en la piel de una bailarina absorbida por la danza en este drama psicológico de Darren Aronofsky.
Natalie Portman adelgazó diez kilos y tuvo que someterse a un duro entrenamiento físico de un año para resultar creíble como Nina, una joven dispuesta a todo con tal de alcanzar la perfección en un mundo exigente en el que acabará por no distinguir entre realidad y ficción.
4. Jennifer Aniston en “Cake”
La popular Rachel de Friends, con su aspecto siempre juvenil y su melena espectacular, aceptó el reto de encarnar a una mujer que, tras un accidente, sufre dolor crónico en este drama psicológico de Daniel Barnz.
Jennifer Aniston aparecía sin una gota de maquillaje y con un rostro salpicado por cicatrices para dar forma a un personaje que le valió una nominación al Globo de Oro