Carlos Flores Murillo, o simplemente “Kukín”. Según los seguidores del fútbol peruano, se trató de uno de los más grandes números “10” que hayan jugado en el campeonato nacional en los últimos 30 años.
Nacido en el puerto del Callao hace 44 años, Flores fue dueño de una prodigiosa pierna izquierda considerada como una de las seguidoras de la estela de otro histórico como César Cueto. El zurdo chalaco fue ídolo de Sport Boys y toda la “Juventud rosada”, barra oficial de la “Misilera”, no deja de lamentar su partida.
Flores, sin embargo, se inició en el fútbol en la Academia Deportiva Cantolao, cuna de grandes futbolistas como Claudio Pizarro.
En 1991, con apenas 17 años, debutó en la Primera División con la camiseta del Sport Boys, club en donde se convertiría en ídolo.
“Kukín” perteneció a la generación de jugadores peruanos de la década de los noventa como el “Chorri” Palacios, Ñol Solano, Flavio Maestri, Waldir Sáenz y varios más que no lograron encontrar el éxito con la selección peruana.
Fue en 1992 cuando anotó uno de sus goles más recordados: Sport Boys jugaba la Copa Libertadores ante el poderoso Atlético Nacional donde atajaba el histórico René Higuita. Un cabezazo de “Kukín” les dio el empate a los rosados ante un enmudecido estadio colombiano.
Una de las marcas registrada de “Kukín” fue su notable pegada. Se convirtió en un especialista en convertir goles olímpicos, aquellos que entran al arco desde los tiros de esquina.
Flores no solo jugó en Boys, sino también los hizo en Universitario y Alianza Lima. Con los cremas tuvo dos etapas: en 1995 y 2005. Con los blanquiazules en 1999.
No solo jugó en Perú, ya que actuó también en equipos de Argentina, Brasil, Colombia, Grecia y hasta Arabia Saudita.
Pese a su notable talento su paso por la selección peruana fue mínimo, fugaz y frustrante. Fue parte del equipo que jugó las eliminatorias al Mundial Japón Corea 2002 con el colombiano Francisco Maturana como DT.
Tuvo un paso recordado como héroe en el programa de baile “El gran show” de Gisela Valcárcel el año 2011. Le encantaba bailar.
Su último equipo fue el Cobresol de Moquegua el año 2012. Luego de eso se alejó de la actividad profesional.
En un viaje a Argentina con Ramón Mifflin, él contestó una llamada donde no reconoció al ídolo del fútbol Diego Armando Maradona. Tras terminar la comunicación su acompañante debió aclarar la confusión.